sábado, 31 de octubre de 2020

7ma Semana... De vuelta en Brazza

 Sábado

"Sorpresa"... Ayer no pude coger mi vuelo a Kigali, Rwanda. La razón es muy simple y es que mi test Covid-19, tenía 2 días de vencido. Según lo que leí en la página web de Rwandair, decían que si uno estaba en tránsito, no se requería de un test Covid-19 actualizado pero que tal vez lo puede uno necesitar en su  destino final. Sabía que lo necesitaba para ingresar a Brazza y estaba preparado para hacerme el test Covid-19 en el aeropuerto Maya-Maya. El caso es que, a las 2:00 a.m. del Sábado, a pesar de haber insistido y  explicado, no me dejaron hacer mi check-in. Lo único que logré es que no me penalizaran por hacerme otra reserva y cambiar mi pasaje porque el mensaje de la página web de Rwandair, estaba mal escrito. Así que me cambiaron mi reservación y acto seguido me fui a buscar un hospital donde hacerme el test Covid-19.

Llamé al hotel para que me fueran a buscar nuevamente al aeropuerto. El chofer que nos tocó casi siempre (Amadi), fue quien me vino a recoger. Sucede que le comenté a Amadi lo acontecido y él me dijo que me llevaría al hospital-clínica donde trabaja una sobrina suya. Eran ya cerca de las 3:00 a.m., le dije que me llevara y que yo le pagaría extra por el servicio. Me llevó al hospital-clínica y allí logré que en menos de 10 minutos me hicieran el test Covid-19 y que me darían los resultados en 24 horas. Le comenté a Amadi y él llamó a su sobrina para ver si era posible obtener los resultados antes del Lunes. La sobrina le dijo a Amadi que ella hablaría con las personas que se encargan para que agilizaran los resultados de mi test Covid-19. Me monté de nuevo en el taxi con Amadi y regresamos al hotel. Al llegar al hotel le pedí a la recepcionista que por favor me permitiera llamar a la habitación para despertar a mi esposa antes de subir porque no quería darle un susto. Llamé a Satu y le dije que no pude montarme en el avión y que estaba ya en el hotel. Subí a la habitación y ella estaba "contenta" de que yo no me hubiese ido. Y yo, honestamente, también. Nos acostamos a dormir.

Nos levantamos como a las 09:00 a.m y nos fuimos a desayunar. El vuelo de Satu sale hoy a la media noche y ella no quería hacer mucho y solo descansar en el hotel. Yo estaba igual que ella porque el viaje fue realmente maratónico. El día estaba medio nublado pero un poco húmedo. Ella se fue a leer a la piscina y yo me regresé a la habitación a explorar las posibilidades de quedarme por 2 noches más en el hotel o irme a otro hotel. Al final conseguí, a través de Priceline, un precio mucho mejor que el ofrecido por la recepción del hotel, y que me incluía el desayuno. Hice mi reservación y luego me fui a dormir por un rato.

Satu regresó como a mitad de la tarde y también se acostó a dormir. Nos despertamos cerca de las 06:00 p.m. y nos fuimos a cenar al restaurante del hotel. Cenamos y luego subimos para que ella terminara de recoger sus cosas. Mientras ella hacía eso, yo por curiosidad revisé mi correo electrónico y sorpresa, allí estaban ya los resultados negativos de mi test Covid-19. Me dio mucha alegría el obtener los resultados y lo que hice fue hacer inmediatamente mí reservación de vuelo para el Lunes por la madrugada. Le informé a mí jefa y ella entendió la situación. Le dije que le mandaría trabajo a los alumnos y que llegaría el Lunes a la escuela cerca de las 11:00 a.m.

Me fui con Satu a llevarla al aeropuerto con Amadi que estaba de guardia todo el fin de semana. Amadi nos dejó en el aeropuerto y nosotros hicimos el primer control de seguridad. Luego pasamos la zona de check-in de KLM y esto fue realmente muy rápido. En menos de 15 minutos ya Satu estaba lista para pasar el control de pasaportes. Hablé un ratico con Satu y le dije que mejor siguiera y pasara el control de pasaportes porque todavía le quedaban 2 controles más y que ni ella ni yo sabíamos cómo eran. Así que nos despedimos allí con un largo abrazo y bajo la firme promesa de que nos veríamos en 8 semanas Ella siguió hacia el control de pasaportes y yo la seguí con la mirada hasta que no vi más su silueta.

Me regresé al hotel con el otro chofer que también estaba de guardia. Llegué, vi un rato la televisión y acto seguido me fui a dormir. Estaba aún muy cansado de la madrugona de hoy.

Domingo

Me desperté hoy muy temprano porque tenía que ir a recoger mi boleto en una taquilla en el aeropuerto que sólo está abierta por una hora. Así que ya estaba en pie a las 06:45 a.m. Amadi me llevó al aeropuerto pero noté que él no estaba bien. Llegué al aeropuerto, recogí mi boleto y regresé al hotel. En el camino al hotel, le pregunté a Amadi que si todo estaba bien. Me dijo con mucha preocupación que esta mañana muy temprano el gerente del hotel le entregó una carta donde le informa que le reducen la jornada laboral a un 50%. Esto para Amadi era muy grave porque él tiene ya 7 años trabajando para el hotel y es el chofer que ha durado más de todos los que allí trabajan. Me dijo que tenía que buscarse otro trabajo para compensar su sueldo. Me dio mucha pena con Amadi y él me dijo que ya veía venir esto porque todos los hoteles están haciendo lo mismo para poder soportar la crisis por la pandemia.

Regresé al hotel a meterme en mi cama por una hora y pico más. Ya eran las 09:30 a.m. cuando vi el reloj y pegué un brinco para irme a desayunar porque el desayuno termina a las 10:00. Desayuné muy completo y me volví a dormir. Les juro que tenía un deficit de descanso reparador bastante alto porque me desperté casi a las 04:00 p.m. Me puse a enviarle trabajo a mis alumnos y luego a arreglar mis maletas. Ya eran cerca de las 7:00 p.m. cuando recordé, por el sonido de mi estómago, que no había comido nada. Pedí un servicio a la habitación, comí y acto seguido me volví a acostar. Puse el despertados a la 01:00 a.m. 

Lunes

Dormí por casi 5 horas. Me desperté, duché, me vestí, recogí todo y me alisté para hacer mi check-out. Ya, a la 1:45 a.m. estaba con Amadi rumbo al aeropuerto. Me dejó en el aeropuerto, le di una buena propina y entré al primer control del aeropuerto. A pesar de ser casi las 02:00 a.m., había mucho movimiento en la zona de check-in. Llegué al segundo control y ya luego pude hacer mi check-in. A las 02:30 a.m., ya estaba en la zona de embarque. Me impresionó que todas las tiendas estaban abiertas. Lo que más me impresionó es que los empleados estaban durmiendo en  sus colchones en el suelo. Hablé con uno de ellos, este sin pararse de su lecho, y me dijo que todos los que estaban allí atendiendo en los negocios, eran los hijos de los dueños. Me comento una empleada que la situación económica es muy delicada y que era un reto muy duro tratar de sobrevivirla.

Caminé de punta a punta el terminal 1C. Allí conseguí una cafetería y me compré un té. Me senté a tomarme mi té y a contemplar toda la gente que pasaba enfrente de mí. Ellos me veían tanto como yo a ellos. Cerca de las 03:30 a.m., decidí hacer el cuarto control de seguridad que está justo en la puerta de embarque. Pasé el control y me senté a tratar de leer un periódico en Swahili. Realmente no entendí nada pero fue divertido hojear el periódico. A las 04:15 a.m. comenzamos el embarque del avión del vuelo a Kigali. Fue muy rápido y el vuelo salió a tiempo. Extrañamente me adormité en el avión y me desperté unos minutos antes de aterrizar. La llegada a Kigali estuvo acompañada por este hermoso amanecer.


Me resultó insólito la cantidad de pasajeros que habíamos en el aeropuerto en la zona de tránsito. De verdad que no podía dar crédito a la cantidad de gente que allí había. Estuve haciendo fila allí por más de una hora y media. Luego entendí que la cola se debía a un avión entero proveniente de China. Sin exagerar, habían más de 200 chinos esparcidos por toda la zona de tránsito del aeropuerto. Para mi sorpresa, todos esos chinos iban a Brazzaville. Allí me di cuenta de que tenía que espabilarme para no quedarme detrás de esa muchedumbre de chinos. Pero me fui a ver los libros que tenían en la librería del aeropuerto. Allí conocí a una chica muy servicial e inteligente. A ella le pedí que me instruyera un poco sobre autores de Rwanda y que me recomendara alguno y ella así lo hizo. Me mostró varios autores y, la gran mayoría eran sobre el genocidio que vivió Rwanda hace unos años. Le dije que tal vez buscaba leer algo que tuviese temas diversos y que fuese más inclusivo desde el punto de vista de los distintos actores sociales en Rwanda. Ella me preguntó que si yo era maestro. Le dije que sí, y ella me respondió con una sonrisa: usted tiene "ubumuntu". Yo seguí viendo libros pero me quedé pensando: ¿Qué será "ubumuntu"? Primero pensé que era algo relacionado conmigo pero no quería preguntar porque habían más clientes. Al irse los clientes, ella se acercó nuevamente y yo le pregunté: ¿Qué significa "ubumuntu"? Ella me dijo que era una palabra de la la lengua Kinyawanda y que tenía un significado muy especial para todos los rwandeses y que significaba grandeza de humanidad, generosidad y bondad. Me dijo que "ubumuntu" era también una plataforma de educación que se encargaba de educar a los sobrevivientes del genocidio, a ser personas con grandeza en sus corazones, a través del conocimiento. Me dijo que yo era un "ubumuntu" porque era educador y tenía la capacidad de dar generosamente el conocimiento con bondad a la humanidad. Le di las gracias por tan generosas palabras y le dije que seguiría con mi misión de ""ubumuntu". La vendedora era una muchacha joven de unos 23 años más o menos. Vi un libro que me gustó mucho y le dije que me lo llevaba. Le pagué, le di las gracias y salí corriendo porque vi que venían todos los chinos hacia el control de seguridad. Pasé primero que ellos y pude ver que luego la cola se puso "interesante" porque ninguno de los chinos hablaba inglés o francés y no tenían a ningún traductor. El "teatro mudo" de señas de manos era todo un espectáculo que, sin pena, disfruté porque el lenguaje de señas depende de nuestra creatividad y fue interesante comparar las señas que hacían los guardias, y las señas con qué contestaban los chinos. Me dio hasta algunas ideas para mis clases de español.

Llegó la hora de embarque y logré por suerte entrar primero que todos los chinos y ubicarme en mi asiento sin mayores complicaciones. Después de haber superado el reto de haber entrado antes que los chinos, resultó interesante ver cómo estas personas se paseaban por todo el avión buscando sus asientos y no los encontraban. Resulta que sus boletos le daban unos asientos que ya estaban ocupados por otros pasajeros, yo incluido. Resulta que la asignación de asientos dada a ellos desde China, no eran los mismos que estaban en sus respectivos boletos. Yo estaba tan cansado que no quise ni preocuparme por ninguno y, de manera muy egoísta, resolví ponerme mis audífonos y dejar que ellos solitos se entendieran. Me volví a adormitar.

Casi una hora mas tarde, me despertó el olor a comida. Nos dieron desayuno y estaba muy rico. Me comí mi desayuno y seguí durmiendo. Confieso que nunca antes había dormido en los vuelos. Siempre me ha costado mucho el dormir en un asiento de un avión, indistintamente de sí es clase ejecutiva o económica.

Me despertó la aeromoza para que arreglara el respaldo de mi asiento porque ya estábamos descendiendo para aterrizar. Llegamos a Maya-Maya a las 10:15 a.m. Por suerte, pude también salir primero que los pasajeros chinos. Me hizo mucha gracia escuchar al vigilante de la seguridad del aeropuerto, al decir sin miramientos: "la musique asiatique est arrivée"... Toda la gente se veía y trataban de esconder las ganas de reír. De pronto llegó un traductor y los alineó a todos. Así las cosas salieron mucho más rápido. Yo salí primero que todos los chinos pero sí que me di cuenta que tenían en las taquillas de pasaporte, una actividad programada para la ocasión y la ejecutaron.

Pude salir sin demora del aeropuerto directo al colegio porque yo tenía unas reuniones ya programadas en la escuela y tenía que llegar antes de las 11:00 a.m. Llegué a tiempo para las reuniones y para dar mis clases. El día de hoy será inolvidable para mí porque fue un día repleto de emociones en el trabajo. Hoy tuve reuniones hasta las 17:35 cuando salí del trabajo. Estaba verdaderamente roto. No conforme con esto, habían cerrado todas las calles porque el Presidente de la República del Congo estaba recibiendo a unos mandatarios y por eso tenían el casco central completamente cerrado para la circulación de vehículos no oficiales. Pasé más de 40 minutos sentado en el taxi y, por suerte, no estábamos muy lejos de casa.

Llegué a casa con los sentimientos encontrados. Estaba muy contento de llegar a descansar pero detestando la idea de tener que subir las maletas por las escaleras 4 pisos. No sé si les he comentado que vivo en un complejo de edificios que fue construido por una constructora de China (Que raro, ¿Verdad?). Lo cierto que estos edificios son de 4 pisos y no tienen ascensores porque aquí hay muchos cortes de   electricidad y es por ello que hicieron este complejo con edificios de cuatro pisos. Pues amén del cansancio, me tocó subir mis dos maletas los cuatro pisos. Al  llegar a casa, me puse inmediatamente a limpiar porque el olor a polvo me dio un ataque de estornudos que me dio hasta dolor de cabeza. Me puse a "bailar con la mas fea" barriendo y pasando, como dicen en España, la fregona. Mientras limpiaba, puse una lavadora a lavar la ropa de cama. Terminé de limpiar cerca de las 19:15, me puse a  deshacer las maletas y a arreglar las cosas en los armarios de la cocina. Sí, hice una compra muy buena en Nairobi donde los precios son un cuarto del costo de lo que cuestan los productos aquí en Brazza.

Quedé tan roto del cansancio, que solo tuve fuerzas para darme una ducha y  acostarme a dormir.

Martes

Hoy  me desperté muy temprano porque comenzaba el día con reuniones a partir de las 07:15. Hoy fue un día repleto de trabajo sin parar. Terminé la reunión a las 7:45  y me tocó atender a unos alumnos antes de la siguiente reunión a las 08:00. Terminé la reunión con unos padres a las 08:20 y salí a otra reunión hasta la hora de mi clase de español.

Después de mi clase de español, me fui a mi oficina a corregir un poco de deberes que tenía pendientes de ayer y, por escuchar "algo", puse la radio local por internet. Nunca escucho la radio en el trabajo pero hoy me provocó porque quería enterarme un poco por el noticiero del medio día, de lo que había pasado en el Congo  en mi ausencia. Resultó interesante saber que el expresidente del Congo, Pascal Lissouba, a los 88 años de edad falleció en Periñán, Francia el Lunes por la mañana. Allí decían que habría un gran funeral toda la semana para rendirle honores al ex-presidente. Pues los honores al ex-presidente los viví por completo pero sin asistir a los servicios funerarios. Por vivir y trabajar en el centro de Brazzaville, sabía que sería una semana con un tráfico terrible. 

Por la tarde tuve conversaciones con varios alumnos de secundaria por temas de opciones de estudios universitarios. Terminé justo a las 4:00 p.m. y, literalmente, salí corriendo de mi oficina rumbo al "Park & Shop" (el supermercado-joyería donde hago mi compra todas las semanas). Quise irme antes de que cerraran la redoma que está a una cuadra de la escuela porque conecta todas las arterias principales del centro de la ciudad y, cuando la cierran, pues todo el centro se convierte en un gran estacionamiento.

Pude llegar sin contratiempos al supermercado. Llegué, y me puse a hacer la compra sin perder tiempo porque el taxista me dijo que a las 5:15 p.m. cerrarían nuevamente todas las calles del centro. Les juro que hice la compra tipo "saqueo" pasaba por anaqueles y cogía lo que estaba en mi lista y sin casi parar, continué hasta terminar a las 4:30 p.m. Me paré en la charcutería vía a casa y por suerte no había nadie y pude comprar lo que necesitaba en menos de 15 minutos. Llegué a casa a las 4:58 p.m. Ya a las 5:20 p.m., podía escuchar desde la ventana de mi piso, los comentarios de los vecinos de lo terrible que era el tráfico.

Yo me puse a cocinar mi comida de la semana (Lasaña, pollo con arroz, ensalada de vegetales y berenjenas al horno). Terminé de cocinar, hice mis porciones de comida para toda la semana. Me puse a lavar todos las ollas y utensilios que usé y limpié la cocina. Ahora son las 09:25 p.m. y me voy a dormir.

Miércoles

Hoy me desperté muy temprano y, al tratar de ducharme, me di cuenta de que  no había agua... Me sentí, sin haberlo vivido, en Caracas... Igual me tocó improvisar para bañarme con botellones de agua que tenía guardados por la última experiencia que me tocó vivir recién llegado.

Llegué a la escuela un poco retrasado porque hoy comenzaron a cerrar las calles antes de las 07:00 a.m. Para sorpresa mía, ya me estaba esperando un padre para hablar conmigo pero no tenía cita. Lo atendí y luego seguí con mi rutina matutina. Hoy aquí en  la escuela celebraron "Halloween". Yo no quise participar porque no creo que hubiese podido disfrazarme con los calores qué están haciendo. Di mi clase de español y luego tenía que hablar con una maestra asistente de primaria sobre unas clases de ayuda para un alumno. Después de tratar el tema de los apoyos, resultó muy interesante conversar un poco con esta maestra asistente. Realmente también hay compañeros de trabajo con vidas muy interesantes y complejas. Ella se llama Andrea y todos la llamamos la Srta. Andrea. Ella es una mujer de unos 29 años que, según ella, se ha dedicado a hacer todas las cosas que le han gustado en su vida. Hace mas de una semana escuché a alguien de la escuela referirse a ella como "La Srta. Reto"... Esto no lo entendí y le pedí a ella que me lo explicara. Pues ella me dijo que realmente es una mujer reto porque, para ella, todo es posible si le prestamos el debido tiempo a las cosas que deseamos conseguir, las podemos lograr. Lo cierto es que me quedé hablando con Andrea y le pregunté ¿Por qué te llaman la Profe " Reto"? A lo que ella se rió y me hizo reír a mí también. Andrea me confesó que es piloto aero y que tiene más de 300 horas de vuelo. Ocasionalmente, ella trabaja como piloto por las noches con vuelos nocturnos entre Brazzaville y Point-Noire. Ella quiere ser maestra pero también le apasiona el ser piloto de aviones comerciales y lo hace por lo menos 2 veces a la semana para compensar su presupuesto y ayudar a su familia. Admiro mucho a las mujeres emprendedoras y capaces de abrirse camino asumiendo sus retos sin quitar la vista en el objetivo. Mis respetos absolutos para todas esas mujeres que no dejan de perseguir sus objetivos, a pesar de los obstáculos y los retos.

Terminé de hablar con la Srta. Andrea para simplemente ir a otra reunión que se me hizo eterna no tanto por el tiempo que duró sino por los temas que habían en la agenda. A veces resulta muy complejo el tener que informar a los colegas de sus obligaciones y recordarles  que hay unas expectativas que debemos seguir y cumplir. Estas situaciones complejas que, a pesar de saber que pudieran presentarse, no terminas de acostumbrarse y te das cuenta por el agotamiento y desgaste, lo que estas situaciones representan para un institución educativa, porque en este país todo es excesivamente costoso. Y lo último que uno espera es tener que recordarle a un colega sus obligaciones como docente en una escuela internacional. Simplemente agotador.

Por suerte pudimos salir a las 3:15 p.m. de la reunión y yo, una vez más salí como que si estaba huyendo. Salí literalmente corriendo para no quedarme ni un minuto más y ver si podía conseguir un taxi, antes de las 3:30 p.m., que me trajera a casa antes de que cerraran la gran rotonda del centro que queda a una cuadra de AISB. Conseguí un taxista y sentí como si me hubiese ganado la lotería. Me monté en carreras y le dije que me llevara al Hospital Militar. El edificio donde vivo queda justo al lado del Hospital Militar. Nos paró una acábala móvil militar en la Gran Rotonda, le preguntaron al taxista qué hacia dónde iba y él dijo que me llevaba a mí al Hospital Militar y nos permitieron pasar. Resulta que hoy era el día del último velatorio del ex-presidente fallecido y han venido jefes de Estado de muchos países de África a rendirle sus respetos como homenaje a su memoria. Nunca había visto a Brazza tan convulsionada. Llegué a mi casa a terminar de lavar la ropa sucia que me quedaba del viaje, cené muy ligero y me acosté antes de las 09:30 p.m. Hoy fue un día algo  complicado.

Jueves

Como cosa muy rara, hoy me quedé completamente dormido y me desperté cerca de las 06:30 a.m. Salí de la cama tipo "Flash Gordon" corriendo a bañarme y vestirme para comerme algo muy ligero ya que tenía que estar en AISB a las 07:15 a.m. porque me tocaba supervisar la llegada de los alumnos a la escuela hasta las 07:45 a.m. Llegué a las 07:08 a.m. muy apurado a dejar mis cosas en la oficina y comenzar con la rutina de la entrada de los alumnos por la mañana. Por motivos de la pandemia, no permitimos, bajo ningún concepto, que ni las niñeras ni los padres entren a la escuela por las mañanas o por las tardes. Me tocó tener un "encuentro del tercer tipo" con una madre que insistía en tener que entrar y yo le dije que no podía entrar porque no estaba en la lista de padres por cita y que todos los padres no podían entrar. La "señora" trató de asustarme diciéndome: "¿usted no sabe quién soy yo?", le contesté muy calmado que precisamente porque no sabía quien era ella, no la podía dejar entrar y que le permitiera al resto de los padres entregar a los niños a las asistentes de clase para que se los llevaran a sus respectivos salones de clase. La "señora" dejó al niño y se fue muy molesta por no poder entrar a la escuela. Terminé mi guardia y me fui a averiguar quién era realmente la "señora" que insistía entrar a dejar su hijo. Entendí que esta era una madre gallina "incisiva" que quería ver si le podían cambiar la silla al hijo porque al niño no le gusta el color de la silla donde se sienta. Me fui a hablar con la maestra y vi que todas las sillas eran iguales. Le dije a la maestra que le escribiera a la "señora" y le dijera que era absolutamente imposible cambiarle la silla al niño. Me fui a iniciar mi rutina.

Hoy tenemos las  elecciones del cuerpo estudiantil de AISB. Resultó muy interesante ver las presentaciones de los distintos alumnos postulantes a las distintas posiciones y sus discursos muy "populistas". A pesar de esto último, todos hablaron muy bien y me impresionó positivamente el nivel del lenguaje que usaron y la forma cómo pronunciaron sus discursos de 4 minutos. Tuvimos las elecciones y dimos los resultados. La gran mayoría de los elegidos al cuerpo estudiantil este año escolar son alumnos del Grado 10. Los alumnos del Grado 11 perdieron casi todos por un margen muy pequeño. Después de las elecciones di mis clases de español y hoy  fue un día muy gratificante para mí porque les hice un test a los alumnos de HS de español donde tenían que hacerme un escrito de 150 palabras  sobre sus familias y muchos de ellos escribieron hasta 184 palabras. En entre los escritos habían unos excelentes y otros muy buenos. Lo es que los resultados eran muy satisfactorios y esto fue para mí un gran logro después de mas de 2 meses de clases. Me siento realmente contento con los resultados obtenidos.

Llegó la hora del almuerzo y me fui a comer mis berenjenas horneadas que me había cocinado. Como siempre, como en mi oficina en la mesa de reuniones y abro las cortinas para ver hacia el parque infantil. Estoy aprendiendo a apreciar nuevamente las oportunidades que te ofrecen el vivir en un clima ecuatorial. El verde casi infinito de los árboles y del césped son cosas que cuando se vive en el hemisferio norte también se aprecia pero tal vez no tenemos la oportunidad de disfrutarlo como algo que está allí para eso, verlo y disfrutarlo. En contraste puedo decirles que esta ha sido una semana bastante lluviosa pero con temperaturas igualmente altas. El termómetro no baja de los +34C todos los días y  ya a las 07:00 a.m. hace +27C. Me ha costado mucho acostumbrarme a la humedad. Los que me conocen, saben que no soy muy amigo del calor por encima de los +24C. Tengo como táctica tener la temperatura de mi oficina a +17C esto crea una sensación de "shock" cuando los padres o alumnos entran a hablar conmigo. Lo hago como una manera automática e inmediata para que se relajen y se sientan cómodos. Me ha dado muy buenos resultados. Tuve reuniones el resto de la tarde sobre la programación del segundo bimestre y me di cuenta que el mes de Noviembre está LLENO de reuniones y semanas con más de 3 actividades para toda la comunidad estudiantil. Esto me dice que tengo y debo ser previsivo.Y que no tendré tiempo para muchas cosas.

Hoy salí igualmente corriendo de la oficina porque es el día en que iban a trasladar los restos del ex-presidente a su ciudad natal pero primero la caravana fúnebre haría un recorrido por toda la ciudad antes de llevar sus restos al aeropuerto para ser trasladados en avión. Cuando salí justo pasaba un taxi y lo tomé le dije que me llevara al Hospital Militar y pasamos por la Gran Rotonda segundos antes de que la cerraran. Llegué a casa a corregir trabajos y a preparar mis clases para la semana próxima y ver si puedo adelantar algunas planificaciones de clases para las siguientes 3 semanas o por lo menos hasta  el 25 de Noviembre próximo.

Hasta las 9:40 p.m.,  pude preparar clases para la semana que viene y hasta hice 2 test que haré la semana  que  viene. El fin de  semana  me tocará duro porque debo prepararme para la "noche universitaria" que es un evento que preparo yo solo para los padres y alumnos de  Grado 10 y Grado 11. Esto es el viernes próximo. Ya tengo la presentación lista pero quiero hacer unos cambios. Ahora a dormir. 

Viernes

¡Es viernes! Hasta que se acaba esta semana. Me parece mentira, porque esta semana no parecía que se iba a terminar. La ciudad volvió a  la normalidad y resultó una grata sorpresa llegar en 5 minutos a la escuela. No sé si lo comenté anteriormente, pero vivo relativamente cerca de la escuela. Como a unos 4 Km.  En más de una oportunidad, he querido caminar a la  escuela pero ninguna de las rutas   tiene aceras  o andenes para peatones. Hay una que tiene una acera  amplia pero la usan como la "tercera vía" por donde pasan las motos en ambos sentidos y los pocos peatones que se aventuran a "caminar" por esas acerar o andenes, parecen personal de un circo. El tema es que también el nivel de contaminación, sumado al calor que ya hace a esa hora, no hace nada grato el pensar en irse andando al trabajo.

Hoy es otra mañana llena de reuniones que fueron interrumpidas por un ensayo de evacuación de la escuela en caso de incendios. El ensayo de evacuación estuvo muy bien y regresamos a las rutinas normales. Ya era la hora de dar mis clases y simplemente me fui a dar mis clases. Tengo un grupo muy bueno de alumnos de HS de español. Ellos están muy motivados con las clases porque quieren aplicar a universidades en USA que les exigen tener español por 2 años y en HS. Esto los hace que se tomen enserio las clases y que rindan. Lo cual para mí es ya la mitad del camino recorrido.

Llegó la hora del almuerzo y de comerme mi última porción de lasaña de la semana. Confieso que me la comí con mucho placer. Mi romance con la comida italiana es de muy vieja data. Hoy, en una de las reuniones, tuve una interacción muy buena con un colega con el cual voy a hacer un intercambio tipo "trueque". Mi colega es profesor de francés y él es congoleño. Delmas tiene un interés supremo en aprender español y yo tengo mucho interés en que un local me enseñe la ciudad y me lleve a lugares no turísticos. Hemos acordado que tal vez el próximo fin de semana podamos tener la primera salida de exploración de la ciudad. Estoy verdaderamente muy contento con esta oportunidad y muy ansioso de la salida el fin de semana próximo.

Hoy no pude escaparme temprano para llegar a mi casa a comenzar mi fin de semana largo como todos los demás. Desde las 3:00 p.m. tuve una reunión interminable con el comité  de acreditación de la escuela. Son estas reuniones eternas donde tienes que hablar con puntos y comas de programaciones, planes  y proyectos quinquenales y que uno realmente no sabe si se van a realizar pero que hay que tener  una programación que se revisará en 3 años y que debe de ser como el "GPS" de la escuela. Es administrativamente complejo pero es un trabajo muy interesante porque te permite plantear proyectos educativos (académicos y  pedagógicos), que tienen repercusión nacional e internacional.

Sábado

Hoy me levanté cuando realmente sentí que si no me levantaba, me saldrían ampollas en el cuerpo. Ahora son las 12:15, recién me desayuné. Acabo de poner a lavar la ropa sucia de la semana. Les juro que no soy de mucho dormir pero siento que la mi cama me está como que coqueteando mucho. Así que me voy a dormir por otro rato.

Me  levanté recientemente. Son las 03:40 p.m. y quería enviar ya esta entrega esta mañana pero sentí que podía escribir un poco más pero no tengo aún las dos maletas como unos caimanes, completamente abiertas una de ellas con cosas que no he terminado de arreglar o colocar en su lugar. Así que me voy poner a eso y luego voy a ver qué me cocino porque ya me comenzó a dar hambre.  Este es un fin de semana largo y quiero aprovecharlo para adelantar cosas del trabajo pero también para descansar. ¡Vamos a ver quién gana!

¡Hasta la próxima entrega!


viernes, 23 de octubre de 2020

6ta Semana Vacaciones en Kenya...

 Sábado

Hoy, a las 04:00 llegué a Nairobi. La mañana estaba muy fresca. Volé con Rwandair y debo decir que estoy positivamente impresionado con el servicio de esta línea aérea. Tuve un "Flashback" con ellos porque la comida es muy parecida a la que servía en sus tiempos VIASA... Aquellos que son de Venezuela y llegaron a volar con ellos, sabrán a que me refiero. El servicio en tierra era una kk, pero el servicio en los aviones era muy bueno... Tenía tiempo que no me comía unas tajadas fritas con carne mechada y arroz tan sabrosas...

Hice un trasbordo en Kigali, Rwanda. Creo que este es uno de los aeropuertos mas modernos del centro de África. El servicio de tránsito muy competente y la limpieza del aeropuerto era muy buena. 


Resulta interesante ver los controles de tránsito. Aquí las autoridades de aduana ven con detenimiento todos los documentos requeridos en tu lugar de destino y se cercioran de que los tienes según las autoridades del país donde vas, de no tenerlos completos, te multan y, en el peor de los casos, te devuelven a tu lugar de origen.

Luego, en la sala de tránsito, tienes realmente todo lo que necesitas para esperar con comodidad. Si no eres miembro de uno de las salas de espera de la aerolínea, en la sala de espera para todos los pasajeros hay realmente todo lo que un necesita. Tienes lugares para cargar tu teléfono con enchufes europeos y británicos. Asimismo, tienes unas sillas no muy cómodas como todas las sillas de aeropuerto y varias tiendas donde puedes comprar comida y bares. También tienen unas cuantas tiendas de "Duty Free" y hasta una librería. Yo me había suscrito a Dream Miles de Rwandair y podía entrar al salón de viajeros frecuentes pero no quise porque estaba hasta el techo de gente. Les pedí el código de acceso a internet, que te dura 4 horas gratis, y  fui a sentarme afuera donde había mas espacio. Tenía que esperar casi 4 horas para mi próximo vuelo a Nairobi (01:30 am).

Durante mi espera contesté emails a los padres de la escuela y me puse al día con otros menesteres. Me alcanzó el tiempo hasta para ser entrevistado por un robot que me tomó la temperatura y me pidió mis datos de pasaporte y vuelo. Luego me enteré que la entrevista con el robot era un requisito para poder pasar por la última revisión de seguridad. De esto me enteré cuando vi a unas personas haciendo su fila para ser entrevistados por el robot. No estaba permitido tomarle fotos al pequeño "Arturito".

Abordamos el avión ya pasadas la 01:10 a.m. era un avión pequeño a hélices y recuerdo que la última vez que volé en uno de esos fue en el 2008 en un vuelo de Billund a Copenhagen cuando llevamos a Emma y a Samuel a Legoland.

El vuelo de Kipala a Nairobi duró 1:35 horas pero a mi se me hizo eterno por el ruido de las hélices y eso que me dieron un "upgrade" y me sentaron en "Business Class". De esto último no sé la causa de mi suerte. Luego me di cuenta que era el único no africano en el avión y no sé si esto tenía algo que ver con la selección. Me puse mis audífonos y no dejé de mirar por la ventanilla del avión porque había un cielo super estrellado. Esto fue espectacular. Pude divisar brevemente el Lago Victoria. La aeromoza me preguntó si quería comer y le dije que no. Le pedí una CocaCola Cero y me la sirvió con hielo. Me tomé esa CocaCola contemplando las estrellas y escuchando jazz. Sí, este es uno de mis géneros de música favoritos y una de mis debilidades. Me relaja...

Aterrizamos en Nairobi a las 04:00 a.m. Nos tocó caminar un buen trecho bajo el rocío de la mañana que era muy plácido.

Antes de pasar por la revisión de pasaportes, pasamos por el proceso de revisión de los resultados negativos de los test COVID-19. Este es un requisito no negociable para abordar cualquier avión en toda África, además de que te toman la temperatura en todos los controles de seguridad del aeropuerto. Aquí en Nairobi fue "especial" porque te exigían el código QR de la declaración jurada que uno debió haber hecho 24 horas antes de tomar el vuelo hacia Nairobi. Esta es una exigencia del gobierno de Kenya. Yo había tomado una foto de mi código y se la mostré al personal sanitario para que lo pasara por el lector y revisara mi declaración. Una vez hecho esto, podías pasar al control de pasaportes donde te volvían a pedir tus resultados del test Covid-19 y te hacen una entrevista en función de lo que declaraste para solicitar tu e-visa. Sí, la solicitud de la visa la puedes hacer por internet y la recibes igualmente. Al recibirla, debes imprimirla para entregarla a las autoridades de migración. Ya luego todo es muy rápido, recoges tu maleta y sales a tomar tu transporte. En mi caso, yo escogí que me recogieran del hotel cerca del aeropuerto, donde nos quedaríamos hasta el día anterior. Yo llamé al hotel y me vinieron a buscar inmediatamente.

Kenya es uno de los países más prominentes del Sub-Sahara Africano, después de Nigeria y Sudáfrica. Su economía se basa en la industria agrícola, forestal, pesca, minería, manufacturas, energética, turismo y servicios financieros.

Llegué al hotel, hice el check-in y, al abrir la puerta de mi habitación, esta era la vista que me recibió.

Me cepillé los dientes, lavé la cara y me fui a dormir hasta las 11:30 a.m. cuando me desperté, me di una ducha y ordené mi desayuno a la habitación. Comí y me volví a dormir hasta las 3:00 p.m. cuando me acordé que la recepcionista no me llamó para avisarme hasta que hora estaba abierta la estación del tren para Mombasa. Sí, tenía que comprar nuestros boletos para salir a Mombasa en tren el Miércoles próximo hasta el Viernes 23 de Octubre. Llegué a la estación del tren 10 minutos antes de que cerraran la taquilla y le pedí al taxista del hotel que me esperara. Me sentí que estaba en el concurso "The Amazing Race"... Logré comprar los boletos y salí corriendo a encontrarme con el chofer del hotel. Como le dije que lo quería contratar por unas 3 horas, le pedí que me llevara a un lugar donde me pudiera cortar el cabello. Me llevó a un centro comercial que queda relativamente cerca del hotel. El concepto de "centro comercial" en África, dependiendo donde esté ubicado, cambia un poco. Este, por ejemplo, como está ubicado cerca del aeropuerto y de una zona industria al suroeste de Nairobi, es exactamente eso. Un lugar donde hay tiendas de distinto género pero sin ningún "lujo" o suntuosidad. La barbería a la que fui era un lugar que se veía muy bien para los estándares africanos. Allí dije que me quería cortar el cabello e inmediatamente vino un barbero y me pidió que le siguiera a su silla, me senté y le expliqué el corte que quería y que tan corto deseaba que me quedara el cabello. El barbero siguió al pie de la letra lo que le dije y luego le pedí que me lavara el cabello. Él me dijo que no lo hacía el sino otra persona. Me llevó donde la chica que lavaba el cabello y esta chica me pidió que me sentara y acto seguido, me comenzó a lavar el cabello. Le pedí que lo hiciera con agua muy fría y ella se impresionó porque, según ella, nadie antes le había pedido semejante cosa. Yo le dije que necesitaba que fuera con agua muy fría porque sentía mucha pesadez porque estaba muy cansado. Me dijo que me lavaría con agua fría pero que luego le permitiera darme un masaje desde el cuero cabelludo hasta la espalda. Le dije que sí. Les puedo jurar sobre una Biblia si me lo piden, que este masaje me dejo como nuevo. Tanto que salí de allí como si estuviera levitando. Fue un masaje de revitalizador con aceite eucaliptos. Esto creo que fue el punto más álgido de mi primera salida de exploración en Nairobi. Llegué al hotel y me volví a dormir hasta las 09:30 p.m. cuando me desperté para ir al aeropuerto a buscar a Satu. Sí, la razón de viajar a Kenya por una semana era para encontrarnos aquí y celebrar nuestro 27avo aniversario. El vuelo de Satu llegó a tiempo y cuando yo llegué al aeropuerto, ella salió a los pocos minutos. Ella me sorprendió a mi porque yo estaba haciendo tiempo comprando una tarjeta telefónica para tener internet durante nuestra estadía en Kenya.

Llegamos al hotel, hicimos nuestro equipaje y nos acostamos inmediatamente porque al día siguiente, salimos de Safari.

Domingo

Nos levantamos hoy a las 05:30 para arreglarnos y desayunar porque nuestro guía nos recogería a las 07:00 para salir directo hacia el Parque Nacional de Masai Mara. Es un viaje de casi 7 horas por tierra porque la única forma de llegar allí es haciendo una triangulación vía Nakuru y luego desviarte vía Narok, pasando por Bomet y luego desviándose hacia Kisii. Desde allí tomamos el camino hacia Awendo. Al llegar a Migori tomamos la ruta hacia Kehancha y ya desde allí entramos al "Masai Mara National Park". Debo aclarar que una parte de la vía entre Nairobi y Nakuru está en construcción y, sumado al volumen de vehículos que transitan por esta carretera unos hacia Uganda y otros hacia Tanzania, esto hace que el camino se haga mucho más largo de lo que realmente es porque el tráfico es impresionante. 

La ruta es increíblemente ambivalente porque tienes la combinación de la hermosura de la naturaleza con la realidad social que vive la gran mayoría de la población de este hermoso país. Cuesta realmente mucho separar ambas realidades para poder disfrutar de lo que cada una ofrece y concentrarte en la belleza innata que ambas ofrecen.

Los primeros 80 kilómetros de camino fueron una mezcla de dejar la selva del concreto para luego irse adentrando en la hermosura que ofrece la ruta de montaña hacia la zona del "Riftvalley" que atraviesa toda Kenya y que comienza en Mozambique y termina en el Mar Rojo. Esta es una extension de tierra de más de 9.600 Km y muy importante para el comercio de los países del este de África. Aquí algunas tomas. No voy a comentar sobre la manera de conducir de los kenianos, pero les dejo un video para que saquen ustedes mismos sus conclusiones.



Panorámica del Riftvalley


La ruta de la montaña me hizo recordar mucho algunas de las rutas con cruces de montañas que hay en Venezuela. De pronto me sentí en la ruta de los Andes venezolanos cuando noté que estábamos a casi 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar. Hay una sola ruta para llegar a Masai Mara y esta es una vía un tanto triangular porque tomamos la ruta A104 hacia el norte hasta llegar a Nakuru. La carretera es angosta que va cruzando una cordillera con bajas colinas y muy parecida a la carretera del oriente de Venezuela. 

Se que al principio de mi relato del día de hoy, les comento muy resumidamente la ruta que tomamos. Pero ahora, para aquellos que les gusta ver un mapa, les comento la travesía que hicimos, siguiendo a Google Map. Ya unos pocos kilómetros a las afueras de Nakuru, tomamos la ruta C57 vía Njoro hasta llegar a Narok. Al llegar a Narok, tomamos la ruta C12 que nos llevó hasta Keekorok. Aquí ya llegamos a la puerta principal del Parque Nacional Masai Mara. En este lugar es donde se pagan las entradas al parque y son 90US$ diarios por persona cuando te quedas en un campamento que está dentro del Parque Nacional. Nuestro campamento estaba a las afueras del Parque Nacional pero al lado noreste del parque como a unos 18 Km. Esto representó un descuento en las entradas al parque de 20US$ por día. 

Debo decir que en nuestra familia, yo soy quien siempre organiza los viajes y este, por tradición, también lo organicé yo. Como sólo tenemos Satu y yo una semana de vacaciones y, Kenya es uno de los pocos países que garantiza vuelos directos desde Europa, este fue el destino más conveniente -dadas las circunstancias de la situación con la pandemia- para Satu venir en vuelo directo desde Amsterdam hasta Nairobi. No lo fue así para mi porque me tocó tomar Rwandair, que a pesar de no ser una mala aerolínea, las conexiones entre Brazzaville y Nairobi no son realmente ideales. En condiciones normales existe un vuelo directo semanal (los martes) con AirFrance desde Brazza hasta Nairobi pero no nos permitía aprovechar el tiempo. Al mismo tiempo, y porque lo leí alguna vez en un libro sobre las migraciones de animales salvajes entre Kenya, Tanzania y Uganda. Decía que el mes de Octubre era el mejor mes para visitar Masai Mara del lado de Kenya porque el clima era muy vehemente y se podían apreciar casi todas las especies de animales salvajes que estaban en pasaje migratorio por esta región. Al seguir este consejo, realmente disfrutamos de un excelente clima y pudimos ver casi todos las especies salvajes menos Panteras, Chitas y rinocerontes. Estos últimos están realmente en vías de extinción. Las panteras y los chitas son muy difíciles de ver porque recorren entre 50 y 80 kilómetros diariamente en períodos de migración.

En fin, el Safari que escogí fue de 2 noches y tres días. Dadas las condiciones, estuvo muy bien porque fue algo realmente "exclusivo" al ser nosotros los primeros turistas, no africanos, que hicimos una reservación para visitar el "Olgatuni Camp Masai Mara". La experiencia fue maravillosa pero muy intensa para estos adolescentes cincuentones. El primer día estuvimos casi 7 horas de carretera hasta llegar al Masai Mara Park y luego hicimos mas de 4 horas de Safari recorriendo el parque y viendo las distintas especies. Creo que en el día de hoy tomé mas de 500 fotografías y aquí una pequeña y selecta muestra.

Entrada al Masai Mara Park


   


Mujeres de la Tribu Masai queriendo vendernos sus artesanías.


Estas fotos las tomamos antes de entrar al Masai Mara Park. Una vez dentro y a menos de 300 metros nos recibieron una manada de Impalas muy hermosos. Luego nos encontramos con un elefante macho muy "mayor" porque estaba solo.

  

Aquí estamos "indiana Satu e Indiana Carlos en plena acción...

Tuvimos mucha suerte al tener el chofer que nos tocó porque fue muy complaciente con nosotros al tratar de conseguir llevarnos a los lugares donde pudieran haber especies que estaban accesibles en ciertos lugares en el parque. Para ello Paul, el chofer, contactó a sus otros colegas y a través de ellos, conseguimos visitar los lugares del parque donde estaban estas especies. Cerca de las 2:00 p.m., hicimos un picnic bajo un hermoso Acacia Negro. Buscando donde hacer el picnic, nos encontramos con un "árbol de salchichas", así lo llaman la gente de la tribu Masai. De estas estos frutos que parecen salchichas, los Masai hacen su propia cerveza. 



Paul hablando con sus colegas

  

El día de hoy fue realmente muy largo. Llegamos al Olgatuni Camp y allí hicimos nuestro check-in y nos llevaron a nuestra tienda de campaña. Nos imprecionó positivamente el llegar a nuestra tienda de campaña, ya que cuando hice la reservación no habían fotos del campamento ni nada que me pudiera dar alguna referencia visual. Sólo estaban los comentarios de las personas que se habían quedado allí y todos los comentarios eran muy buenos. Así que por esa razón, escogí este lugar que les recomiendo.

Tienda de campaña de noche

Lunes

Hoy nos levantamos muy temprano para desayunar e irnos con Paul a ver el resto de especies que no pudimos ver el Domingo. Nos levantamos muy temprano para desayunar y continuar con el Safari.



Le dijimos a Paul que el día de ayer fue un poco largo y que sólo deseábamos hacer un recorrido de unas 5 horas y luego regresar al campamento a descansar...


Vimos varias especies y hasta nos encontramos con una pareja de leones que se estaban apareando. Fue interesante ver como la leona marcaba la pauta al león. Los pudimos apreciar bastante cerca.



Luego nos fuimos en busca de los hipopótamos que estaban en una parte del río Talek. En principio vimos una familia de hipopótamos y cerca de ellos estaban unas garzas.

 

Lo mejor vino luego cuando estábamos dando la vuelta en la curvatura del rio y nos encontramos con este panorama

Esto fue realmente impresionante no solo por la cantidad sino por el sonido en unísono que comenzaron a hacer todos cuando notaron nuestra presencia. Nos quedamos contemplándolos por unos minutos y ya luego nos fuimos a buscar otro árbol de Acacia Negro para hacer nuestro picnic del 2do día. Después del picnic, le pedimos a Paul que nos llevara de vuelta al campamento ya que estábamos a casi 2 horas de camino. Y en la vía nos encontramos con varias manadas.

  

  

Llegamos al campamento casi a las 3:30 p.m. Estamos muy contentos de haber llegado un poco más temprano porque queríamos descansar y tal vez ducharnos y tomar una siesta por un par de horas antes de la cena.

Camino a la tienda de campaña de día

Lo anterior lo hicimos sin mucho apuro y fue reparador. Ya luego cerca de las 7:00 p.m. nos fuimos a la recepción porque nos dimos cuenta de que no había electricidad en la tienda de campaña. Esto nos pareció raro y fuimos a preguntar. Nos informaron que tenían un inconveniente con uno de los generadores de electricidad y que nos cambiarían a otra tienda de campaña para pasar la noche.

Nos cambiaron para una tienda de campaña más grande y hasta con un pequeño armario y lámparas de techo. Nos sentimos que estábamos en una de esas tiendas de campaña en el medio del desierto de las películas del Medio Oriente. Por suerte nosotros teníamos todo recogido porque sabíamos que nos marchamos mañana y teníamos que tener ya todo recogido. Esto hizo que nuestro cambio fuera expedito y sin ningún contratiempo. No tomé fotos porque estaba ya muy cansado.

Cenamos y nos fuimos a dormir casi que inmediatamente porque mañana nos tenemos que levantar muy temprano para emprender nuestro camino de vuelta a Nairobi. Pero antes vamos a visitar una de las comunidades Masai y esto es algo inesperado por la situación de la pandemia no era recomendable pero nos dijeron que en ninguna comunidad de las tribus Masai, había virus porque ellos como comunidad, no salen de su territorio y nosotros seríamos los primeros extranjeros en visitarles en más de 9 meses. Así que aceptamos la oferta y nos preparamos para ello.

Martes

No dormí muy bien anoche. Creo que me afectó el cambio de tienda de campaña porque en la tienda a donde nos cambiaron, yo sentía los ruidos de todos los animales. Hasta creo haber visto la silueta de un león que se reflejó en la tienda de campaña por la luz de la entrada de la tienda. En fin, que no dormí nada bien.

Hoy nos despertamos muy temprano para desayunar y alistarnos para salir rumbo a la tribu Masai y hacer una visita de no más de 20 minutos. Salimos del campamento a las 7:40 a.m. Esto porque queremos llegar hoy a Nairobi antes de las 4:00 p.m. a ver si podemos hacernos el test del Covid-19 en algún hospital para nuestro respectivos viajes del Sábado 24 de Octubre próximo.

Después de haber hecho un recorrido de casi 2:30 horas, llegamos al campamento de la tribu Masai. Luego de haber sido recibidos por el jefe de la tribu, y haber pagado la "contribución de 20US$ por persona, nos asignaron a un guía para turistas de la tribu, quien nos explicó lo que se hacía con el dinero de nuestra donación y que podíamos nosotros esperar de lo que ellos no mostrarían de la tribu.





Estos videos son una muestra de los cantos de bienvenida que nos hicieron, por separados, los hombres primero y luego las mujeres.

Baile de bienvenida por los aspirantes a guerreros

Baile de bienvenida de las mujeres Masai

De esta visita lo que mas me impresionó fue confirmar que esta tribu tiene un carácter un tanto matriarcal ya que muchas de las responsabilidades de la familia recaen absolutamente sobre la mujer como pilar fundamental de la sociedad. Es la mujer la que decide si se une en matrimonio o no con el hombre que la pide en matrimonio. Claro está que son en definitiva los padres los que deciden con quién ha de contraer matrimonio y esto dependerá de "la dote" que el potencial cónyuge ofrezca. No conforme con esto, es la mujer la que construye la casa y decide dónde y como la quiere. Normalmente tienen la cocina con la única "ventana" para la entrada de luz y salida del humo de la leña, una sala muy pequeña, dos habitaciones y un pequeño espacio donde duermen los recién nacidos. No tienen un lugar para asearse o hacer sus necesidades fisiológicas. Tampoco tienen acceso a agua de ningún tipo.

En el caso de los hombres, ellos se encargan del cuidado de la tribu y de cazar los alimentos que la mujer debe de cocinar. Pero es la mujer la que busca el agua y la leña, cuida de los hijos en casa hasta los 8 años y de allí pasan a ser parte de la "administración tribal" quien se encarga de instruirlos para que luego, a los 12 o 14 años, se casen y formen parte de la comunidad tribal. La administración de los recursos naturales y de cualquier índole, están a cargo del jefe de la tribu quien toma todas las decisiones por el resto de la comunidad tribal. Anarquía pura y dura. Prometo no hablar más de política.

Tour con el maestro Masai

Una vez más, es la mujer la que se encarga de producir los pocos productos que ellas mismas también les toca comerciar fuera de la tribu. Dentro de la tribu, es el marido quien se dirige al jefe de la tribu para que el "médico" de la tribu encargue a un tercero de la venta de "sus bienes". El ingreso de la venta de los productos, va directamente a los fondos de la comunidad tribal y es el jefe de la tribu quien decide cómo se gastan y deben distribuirse equitativamente para el bienestar de toda la tribu.


Los Masai, a pesar del siglo XXI, son una tribu muy tradicional en sus costumbres y creencias. Ellos no permiten que sus integrantes se vayan de la comunidad tribal. Existen otras comunidades tribales en todo el territorio y se pueden mudar sólo los hombres "guerreros" que se casen con una mujer de otra tribu. Dependiendo del rango del "guerrero", este puede llegar a formar otra comunidad tribal, previa consulta con los jefes de otras comunidades tribales. En definitiva, ellos son una tribu muy cerrada. A pesar de ello,  se han dado el caso de mujeres extranjeras (suecas, suizas y de otras nacionalidades), que se han casado con "guerreros" de esta tribu. Hay un libro que se llama "The White Masai" del cual han hecho hasta una película y es el relato de una mujer suiza quien se enamoró perdidamente de un guerrero Masai y contrajo matrimonio con él, tuvieron una hija y hoy en día están divorciados. La mujer se llevó a su hija y hasta aquí sé de esa historia real.

Estuvimos en la tribu Masai menos de 20 minutos. Esto porque queríamos llegar temprano a Nairobi para  explorar las posibilidades de hacernos los test Covid-19 para nuestros respectivos retornos. A pesar de que no eran ni las 10:00 a.m., la carretera estaba bastante transitada porque hoy es día de fiesta nacional (Día de los Héroes). Cerca de las 2:00 p.m. nos paramos en el mismo lugar donde nos habíamos parado el Domingo para apreciar el "Riftvalley". Aquí tomamos nuestro picnic contemplando el paisaje.

Después de casi 1 hora y 30 minutos de tráfico pesado, llegamos al Hospital Universitario de Nairobi y no pudimos hacernos el test porque, como somos turistas, no tenemos la tarjeta CAD o el sistema PESA para pagar. La otra opción era sucumbir ante el sobreprecio y pagar más de 120US$ por test a lo que dijimos un rotundo NO.

Así que nos fuimos al hotel y esta travesía de una parte del noreste a otro extremo al suroeste, nos permitió hacer un tour por todo Nairobi. Es realmente una ciudad con mucha infraestructura y se nota que, a pesar de la pobreza que se ve en muchas zonas, hay bastante desarrollo. Llegamos al hotel cerca de las 4:30 p.m., hicimos nuestro check-in y después de una hora nos fuimos a un supermercado para hacer una compra para mi. Sí, me traje una maleta vacía para llevármela llena de productos que son mucho más baratos aquí que en el Congo francés. Me ahorré más del 70% en la pequeña compra que hice. Regresamos al hotel para hacer nuevamente nuestras maletas pequeñas para salir en tren al día siguiente hacia Mombasa.

Miércoles

Nos despertamos cerca de las 05:30 a.m. para desayunarnos bien antes de salir a la estación de tren. Debo decir que escogí un hotel cerca del aeropuerto para quedarnos las noches que teníamos que pernoctar en Nairobi. La razón son varias y muy simples. Es mucho más seguro quedarte en un buen hotel cerca del aeropuerto porque no pierdes tiempo en el tráfico inclemente de Nairobi. Por un momento me sentí en Bangkok cuando nos tomó 35 minutos para recorrer un kilómetro de distancia entre el hotel y la estación de tren. Otra razón es que la gran mayoría de estos hoteles te guardan tus maletas grandes cuando uno va a regresar a quedarse con ellos. La otra razón es que todos los operadores turísticos te ofrecen recogerte en el hotel donde uno esté hospedado. Y la otra razón es que puedes contratar a los choferes del hotel para que te lleven a cualquier parte. Esto, en una ciudad tan insegura como Nairobi, es MUY importante.

Como dije anteriormente, el tráfico de la mañana a un cuarto para las 07:00 era terrorífico. Tanto que nos tomó casi 40 minutos para recorrer un poco más de un kilómetro. Estábamos muy preocupados porque nuestro tren salía a las 08:00 a.m. pero también sabíamos que teníamos que pasar los 3 controles de seguridad antes de subir al tren. Los controles de seguridad están divididos por sexo. Las mujeres de un lado y los hombres de otro lado. Primero te hacen colocar todas tus cosas sobre una plataforma de hierro y en fila. Es decir que tú tienes que quedar enfrente de tus pertenencias y a una distancia de 2 metros. Después de que pasan los perros antidroga y anti-explosivos 2 veces, recoges tus cosas y pasas por la máquina de seguridad donde debes de depositar todas tus cosas y esperar. A mí me "confiscaron" una botella de vino que tenía, bajo el pretexto de que estaba prohibido transportar alcohol, y me prometieron devolvérmela a mi regreso. Sin miramientos le dije a la inspectora que no me engañara y que sabía qué se la quedaría ella o alguno de sus colegas. Ella me dijo que me aseguraba que la podía recoger a mi regreso. Lo veré el Viernes y ya les contaré.

Cuando sales de este 2do control, pasas por un tercer control que es aún más desastroso que los 2 anteriores, donde te revisan si tu nombre en el pasaporte es igual al de tu boleto. Después subes unas escaleras infinitas, caminas por una pasarela calurosa y luego bajas por unas escaleras donde todo el mundo pelea con las maletas para llegar abajo. Vi cómo una señora la lanzó desde arriba bajo el pretexto de que no tenía nada que se le rompiera. El detalle es que la "señora" no se percato del resto de las personas que estaban bajando por las escaleras. La algarabía en Swahili era "sonora".

Subimos finalmente al tren y allí un "señor" pretendía que todo el tren cambiara sus asientos porque ellos eran una familia de 5 personas y quería quitarle el asiento a una señora británica que estaba a dos personas de mi. Yo le pedí al "señor" que nos dejara pasar y me dijo que me esperara porque él necesitaba convencer a la señora, le dije que ese no era mi problema y que sí su problema era donde sentar a su hijo de 3 años, que se lo sentara él en las piernas. Allí la gente que estaba detrás de mí comenzó a quejarse más y el "señor" nos dejó pasar. Tengo 2 hijos y no recuerdo querer incomodar a otra persona ni siquiera por el bienestar de mis propios hijos y menos por el mío. Recuerdo en un vuelo que hicimos Satu y yo donde venía una señora con su mamá y unos gemelos y era un vuelo con Lufthansa desde Jakarta a Frankfurt. Me acuerdo haberme ofrecido cargarle a uno de los hijos a la señora, para que ella fuera al baño. Era una mujer española y ella tenía muchas ganas de ir al baño, luego le hice el relevo a la abuela. No me importó hacerlo porque me di cuenta del grado de necesidad en que este par de mujeres estaban. La madre de los gemelos le pidió en alemán a una de las aromosas que la asistiera y le dio un rotundo no. Allí fue cuando yo me ofrecí a ayudarle. Para ese entonces, no estábamos ni seguros de querer tener hijos (1996).

Finalmente llegamos a nuestros asientos. Por suerte eran dos asientos aislados y no teníamos que compartir nuestro mini espacio con nadie. 

La salida fue exactamente a las 08:00 a.m. En lineas generales el tren, en 1era clase es muy limpio. Con el tema de la pandemia, el restaurante de 1era clse está cerrado y no hay ni un solo lugar en todo el tren donde comprar bebidas y menos comida. Nosotros, por suerte, desayunamos muy bien en el hotel y esto nos hizo sentir muy tranquilos. Además, teníamos algunas galletas y agua que fuimos consumiendo a lo largo de la trayectoria. Esta vía de tren fue construida en la época de la colonia y la usaban para transportar los productos desde Mombasa hasta Nairobi. También usaron este tren para hacer casería ya qué pasa entre el Parque Nacional Chyulu Hills y el Parque Nacional Tsavo West. En la ruta, dependiendo de que lado del tren estés sentado, puedes ver distintos animales. Nosotros vimos una manada de dromedarios.

A mitad de camino el tren se paró por casi dos horas. Pregunté varias veces qué pasaba y no me quisieron decir nada. El tren iba con todas las ventanas abiertas y también tenían el aire acondicionado funcionando. A pesar de ello, era inevitable sentir los +45 C que hacían afuera.

Llegamos  a Mombasa pasadas las 4:00 p.m. cuando estábamos supuestos a llegar a las 2:00 p.m. Inmediatamente al llegar solicité que nos cambiaran nuestros boletos para el tren de la mañana del Viernes y esto fue resultó en una negativa por parte del  "Encargado de Servicios al Cliente". Se llama hace llamar "Mike" para los extranjeros pero su nombre es Mapoto y no recuerdo el resto. Lo cierto que salí de allí muy molesto no porque no me cambiaran los boletos para el Viernes por la mañana, sino más bien cuando me enteré el por qué habíamos llegado tarde a Mombasa y no quisieron informarnos de la razón del retraso. Sucedió que una protesta bloqueó los rieles del tren con distintos objetos y tal fue la cantidad de objetos que tardaron casi 2 horas en despejar las vías del tren. Le dije al "Mike" que mayor razón tenía yo en solicitar el cambio de mis boletos para el tren de la mañana porque no había ninguna garantía de que esto no volviera a suceder el Viernes por la tarde, y yo pudiera correr con el riesgo de llegar tarde al aeropuerto para tomar mi vuelo de regreso a Brazzaville. Lo hice hasta llamar a la Gerente de la Estación de trenes de Mombasa pero esta "señora" me garantizó de que el evento acontecido hoy, no volvería a ocurrir. Le dije que nadie estaba seguro de ello porque cuando la gente desea protestar lo hace y punto. Para tranquilizarme quiso darme su número de teléfono  en caso de un retraso y le dije que mejor no me lo diera porque si el tren se retrasaba, ella no querría escuchar lo que yo tenía que decirle... En fin, ya pasas las 5:00 p.m., resolvimos irnos al hotel con un taxista recomendado por la policía y que, a pesar de ello, no queríamos tomar pero no había más alternativa. Le dije a Satu que tomaríamos el taxi y que esperábamos que nos llevara realmente al hotel. Negocié el precio con el taxista hasta el hotel y, al montarnos en el taxi, puse la dirección del hotel en Google map y así me fui asegurando que nos estaba llevando al hotel por la ruta correcta. El taxista se dio cuenta de mi desconfianza y me dijo que no me preocupara porque él era una buena persona. Le dije que todos éramos buenas personas pero que yo, después de la experiencia vivida en la estación de tren, simplemente quería que nos llevara por la ruta mas corta.

Sin novedad, llegamos al hotel después de las 5:30 p.m., y esto fue fantástico ya que el hotel era exactamente cómo lo describían los comentarios de los huéspedes. El personal del hotel muy amable y servicial. Nos dieron una habitación en la zona de adultos sin familia y nuestra habitación daba directamente al mar y a una piscina que invitaba a darse un "chapuzón". La persona que nos atendió se llama Joan. Ella es super amable y le pedimos que nos averiguara si podíamos hacernos las pruebas Covid-19 en alguna clínica privada en Mombasa. Ella me dijo que lo averiguaría inmediatamente y me llamaría a la habitación para informarnos. A los 10 minutos nos llamó e informó que era posible hacer los Covid-19 test pero que nos cobrarían 110US$ por persona y que los resultados pudieran estar listos el Viernes por la tarde. Le di las gracias a Joan y le dije que con ese precio y sin plenas garantías de que los resultados estarían listos, preferíamos simplemente hacernos los Covid-19 test en nuestros respectivos lugares de destino final. Así que le tocará a Satu hacerse su Covid-19 test en Schiphol en Amsterdam y a mí me tocará hacerme el Covid-19 test en el aeropuerto de Maya Maya de Brazzaville. Le di las gracias a Joan, dejamos las cosas en la habitación y salimos a explorar el hotel.

Nos fuimos como dos niños a meter los pies en el mar. El agua estaba muy caliente y ya se veía caer el atardecer. Sentir y escuchar el mar fue realmente reparador y relajante. Caminamos por la playa y disfrutamos de ver la caída del sol y nos quedamos por un rato simplemente escuchando el sonido del mar.

 


Cerca de las 6:30 p.m., nos fuimos a la habitación a cambiarnos y acto seguido cenamos. La estadía en este hotel era con todo incluido tipo buffet. Esto era algo que nosotros siempre tratamos de un hotel que ofreciera este tipo de servicios, cuando Emma y Samuel eran pequeños. Pues ahora resultó muy cómodo porque no teníamos el más mínimo interés en salir a ninguna parte sino quedarnos allí acostados en una tumbona a la orilla de la piscina o simplemente ver el mar desde el balcón de la habitación. Comimos y nos fuimos a acostarnos en unas tumbonas a la orilla del mar para contemplar el espectacular cielo estrellado y la tímida luna. Allí nos dieron cerca de las 09:30 p.m. Confieso que, alcancé un nivel de relajación, que me estaba quedando profundamente dormido. Nos fuimos a la habitación y a dormir hasta mañana.

Jueves

Sorpresivamente, el sonido de la lluvia y del mar me despertaron como a las 5:30 a.m. Abrí la puerta puerta del balcón y senté a contemplar el amanecer y a cómo caía la lluvia sobre el mar. Quería simplemente congelar ese momento y quedarme allí por un tiempo indefinido. Los que me conocen, saben que aprecio mucho las cosas simples y que me encanta mucho improvisar pero no con factor "sorpresa". Pero este momento fue sorpresivamente mágico al salir el sol y parar de llover.








Yo bajé para contemplar más del amanecer y dejé que Satu durmiera porque esta semana hemos tenido días muy largos de despertarnos muy temprano y acostarnos realmente rotos del cansancio. Ella se despertó cerca de las 09:00 a.m. y nos fuimos a desayunar. Después de desayunar nos fuimos a cambiar la ropa por trajes de baño y nos instalamos en un rinconcito de la piscina donde podíamos disfrutar de la vista y la brisa del mar. Esta playa era más un banco de corales y arrecifes que no te permitían realmente bañarte en el mar porque al bajar la marea quedaba un desierto de corales que tenías que cruzar descalzo y al llegar al mar había una especie de "escalón" lleno de corales. Así que disfruté del caminar por la playa y si que me metí por un ratico en el mar. Debo decir que la playa es muy hermosa con una arena muy blanca que, sin exagerar, podía pensarse que era nieve. Otro detalle era la suciedad que traía el mar a la orilla de la playa por la mañana. Esto sí que me impresionó y me hizo pensar en la cantidad de basura que debe de estar flotando por el mar Indio.


Satu disfrutó de pintar y yo de descansar. Recibí la triste noticia de la gravedad irreversible de Marta Parra Macías, la hija menor de mis padrinos y con quien compartí muchos momentos de mi infancia, adolescencia y hasta mi vida adulta. Me refugié en los hermosos recuerdo de esos viajes que hicimos a Ocumare de la Costa y de las noches de fogatas en la Bahia de Cata. Le doy gracias a Dios por haber compartido con ella. Caminando por el mar, le di mi hasta luego a la Chata.

A pesar de estar en la sombra, el reflejo del sol me bronceó mucho más de lo que yo deseaba. Quedé tan rojo como un camarón hervido. Cerca de las 04:00 p.m., nos fuimos a la habitación a cambiarnos para ir a la hora del té. Sí, esta es una tradición que les quedó de los tiempos de la colonización de los británicos, a los kenianos. Tomamos el té y nos fuimos de vuelta a la habitación a sentarnos en el balcón a contemplar el atardecer. Recibimos una llamada sorpresiva de la encargada del restaurante, pidiéndonos que deseaba hablar con nosotros antes de la cena. Satu fue quien atendió el teléfono y no le preguntó mas detalles. Luego bajamos y caminamos un poco por el hotel hasta la llegada de la hora de la cena.

Llegamos al restaurante unos minutos antes de la hora de la cena para hablar con la encargada. Al abordarla, ella muy amablemente nos saludó y nos dijo que simplemente quería conocernos. Eso nos pareció muy raro pero no le prestamos mucha atención porque pensamos que tal vez era una manera de conocer a los huéspedes del hotel y hacer un poco de relaciones públicas. Nos sentamos en nuestra mesa, Satu fue a buscar su comida mientras yo la esperaba para luego ir yo. Noté que todos los mesoneros me veían mucho y pensé que era porque me había insolado y estaba más rojo que un tomate. De verdad que parezco una señal de "PARE". Lo cierto es que, cuando estábamos comiendo el postre, escuchamos una algarabía y una canción en Swahili que yo imaginé que era el cumpleaños feliz. Cuando voy a buscar mi teléfono para filmarlos me doy cuenta de que la comparsa de las 8 personas vienen hacia nuestra mesa y yo me le quedo viendo a Satu y ella se me queda viendo a mí. Ambos con cara de signo de interrogación nos preguntamos que cuál era la sorpresa. La comparsa no dejaba de cantar y la gente de las mesas de alrededor aplaudían. Pues resulta que ellos venían con una torta para celebrar el aniversario de bodas número 27 de nosotros, que va a ser casualmente el Martes de la semana que viene. Ellos se enteraron porque yo le hice el comentario al dueño del campamento del Safari que hicimos en Masai Mara. Inraam y su esposa estaban celebrando sus 15 años de matrimonio y yo le comenté que nosotros estábamos haciendo este viaje para celebrar nuestro aniversario de bodas número 27. La encargada del restaurante no quiso decirnos cómo ella se enteró pero yo, "atando cabos", deduje que había sido Inraam. Le mandé un mensaje de agradecimiento por tan gentil detalle.

El pastel era grande y no podíamos comérnoslo entre Satu y yo. Decidimos cortarlo en pedazos y repartirlo entre las mesas que estaban a nuestro alrededor. Así que, sin egoísmo, compartimos las alegrías y las calorías. El pastel estaba muy sabroso.

Terminamos de comer, pasamos por la recepción para solicitar la contratación de un taxi para mañana a las 11:00 a.m. para que nos lleve a la estación de trenes de Mombasa, y nos fuimos a caminar un rato porque ambos quedamos muy llenos. Luego nos fuimos a la habitación y nos sentamos en el balcón a hablar y a escuchar el sonido del mar. Allí estuvimos un buen rato hasta que Morfeo nos llamó a dormir.

Viernes

Hoy ambos nos despertamos muy temprano para ver el amanecer y dar una caminata por la playa. Fue bastante grato porque pudimos llegar hasta donde el mar no te permite continuar hacia el otro extremo porque hay un banco de corales muy peligroso.


Nos regresamos y estuvimos caminando por la arena hasta que todo se volvió a nublar como con ganas de llover. No eran aún las 06:30 a.m. cuando decidimos regresar a la habitación. Yo me puse a ver las noticias y Satu se fue a disfrutar de la piscina por un rato hasta la hora de ir a tomar el desayuno. A las 09:00 a.m. nos fuimos a desayunar, pedí que por favor nos dieran la cuenta de lo que debíamos y en el interim, fuimos a buscar nuestras maletas de mano para hacer el check-out. Le pedí a la recepción que nos prepararan unos sándwiches para comer algo en el tren porque sabía que nos daría hambre. Ellos nos hicieron una caja tipo picnic con unos sándwiches de jamón y queso, unos jugos y unas bananas. Esto se lo agradecimos mucho porque no queríamos aventurarnos a tener que comprar nada en la estación del tren. 

El taxi estaba a tiempo y esperándonos antes de la hora. Pagué, les dimos propina a los empleados que nos atendieron, nos despedimos y tomamos nuestro taxi con destina a la estación de tren de Mombasa. Allí llegamos con tiempo para recoger nuestros boletos de tren que el "Mike" se los quedó con la esperanza inútil de hacernos el cambio al tren de la mañana de hoy, pero como ya comenté, no sucedió.

Tuve que esperar por el "Mike" por casi media hora hasta que apareció y yo llegué en el momento justo de regreso a la fila de seguridad para hacer el primer control con Satu. Pasamos el primer control. En el segundo control, uno de los "vigilantes" se "enamoró" de mí y tratando de sacarme dinero me pidió ver mi visa de ingreso a Kenya. Le dije que no la tenía porque, si el sabía su trabajo, las visas electrónicas no se estampan en los pasaportes. Me dijo que eso no era verdad y yo le dije que entonces él no era de seguridad. Vino otro guardia y yo en el interim busque mi recibo de el pago de la visa para mostrársela al otro guardia. El otro guardia vio el comprobante y me dejó ir.

Luego pasamos al tercer control donde te vuelven a revisar el pasaporte y el boleto de tren. Pasamos este control y luego nos fuimos a una sala de esperas porque teníamos que esperar unas 2 horas por nuestro tren. A las 2:30 p.m., nos permitieron subirnos al tren, el cual felizmente salió a tiempo y sin demora. Una grata sorpresa fue saber que este  tren es "expreso" y que no para en ninguna parte hasta llegar a Nairobi. Esperamos llegar un poco después de las 08:00 p.m.

Llegamos a Nairobi a las 08:10 p.m. Salimos del tren y acto seguido me fui a seguridad a buscar mi botella de vino. Conseguí hablar con el jefe de seguridad de la estación de tren y me llevó al depósito donde guardan los objetos que decomisan y allí estaba mi botella de vino entre muchas otras. Allí habían hasta botellas de champán muy caras. Recogí mi botella y me fui a encontrarme con Satu para llamar  al chofer del hotel para que nos viniera a recoger a la estación de tren. No fue muy agradable la espera porque la estación de tren está en una zona un tanto desolada y de noche no es grato esperar en un lugar donde Satu y yo éramos lo que más resaltaba por no ser igual que el resto.

Si alguno de los lectores se interesa por saber información específica de nuestras vacaciones  en Kenya, no duden de enviarme un mensaje por privado y con gusto les facilito la información que yo pueda tener a mano.

Bueno, ahora escribo desde el hotel y a unas horas de tomar mi vuelo de vuelta a mi realidad surrealista. Mi vuelo sale a las 5:00 a.m. hacia Kigali y luego hago conexión a las 9:30 a.m. a Brazzaville, para llegar a Maya Maya a las 10:30 a.m. y tal vez estar en casa una hora y media después porque me va a tocar hacerme el Covid-19 test en el aeropuerto y esto tarda una eternidad. 

Así que hasta aquí esta entrega y espero la hayan disfrutado leyendo, tanto como yo, narrando la experiencia.

¡Hasta la próxima!


  





















 



         

   








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