viernes, 23 de octubre de 2020

6ta Semana Vacaciones en Kenya...

 Sábado

Hoy, a las 04:00 llegué a Nairobi. La mañana estaba muy fresca. Volé con Rwandair y debo decir que estoy positivamente impresionado con el servicio de esta línea aérea. Tuve un "Flashback" con ellos porque la comida es muy parecida a la que servía en sus tiempos VIASA... Aquellos que son de Venezuela y llegaron a volar con ellos, sabrán a que me refiero. El servicio en tierra era una kk, pero el servicio en los aviones era muy bueno... Tenía tiempo que no me comía unas tajadas fritas con carne mechada y arroz tan sabrosas...

Hice un trasbordo en Kigali, Rwanda. Creo que este es uno de los aeropuertos mas modernos del centro de África. El servicio de tránsito muy competente y la limpieza del aeropuerto era muy buena. 


Resulta interesante ver los controles de tránsito. Aquí las autoridades de aduana ven con detenimiento todos los documentos requeridos en tu lugar de destino y se cercioran de que los tienes según las autoridades del país donde vas, de no tenerlos completos, te multan y, en el peor de los casos, te devuelven a tu lugar de origen.

Luego, en la sala de tránsito, tienes realmente todo lo que necesitas para esperar con comodidad. Si no eres miembro de uno de las salas de espera de la aerolínea, en la sala de espera para todos los pasajeros hay realmente todo lo que un necesita. Tienes lugares para cargar tu teléfono con enchufes europeos y británicos. Asimismo, tienes unas sillas no muy cómodas como todas las sillas de aeropuerto y varias tiendas donde puedes comprar comida y bares. También tienen unas cuantas tiendas de "Duty Free" y hasta una librería. Yo me había suscrito a Dream Miles de Rwandair y podía entrar al salón de viajeros frecuentes pero no quise porque estaba hasta el techo de gente. Les pedí el código de acceso a internet, que te dura 4 horas gratis, y  fui a sentarme afuera donde había mas espacio. Tenía que esperar casi 4 horas para mi próximo vuelo a Nairobi (01:30 am).

Durante mi espera contesté emails a los padres de la escuela y me puse al día con otros menesteres. Me alcanzó el tiempo hasta para ser entrevistado por un robot que me tomó la temperatura y me pidió mis datos de pasaporte y vuelo. Luego me enteré que la entrevista con el robot era un requisito para poder pasar por la última revisión de seguridad. De esto me enteré cuando vi a unas personas haciendo su fila para ser entrevistados por el robot. No estaba permitido tomarle fotos al pequeño "Arturito".

Abordamos el avión ya pasadas la 01:10 a.m. era un avión pequeño a hélices y recuerdo que la última vez que volé en uno de esos fue en el 2008 en un vuelo de Billund a Copenhagen cuando llevamos a Emma y a Samuel a Legoland.

El vuelo de Kipala a Nairobi duró 1:35 horas pero a mi se me hizo eterno por el ruido de las hélices y eso que me dieron un "upgrade" y me sentaron en "Business Class". De esto último no sé la causa de mi suerte. Luego me di cuenta que era el único no africano en el avión y no sé si esto tenía algo que ver con la selección. Me puse mis audífonos y no dejé de mirar por la ventanilla del avión porque había un cielo super estrellado. Esto fue espectacular. Pude divisar brevemente el Lago Victoria. La aeromoza me preguntó si quería comer y le dije que no. Le pedí una CocaCola Cero y me la sirvió con hielo. Me tomé esa CocaCola contemplando las estrellas y escuchando jazz. Sí, este es uno de mis géneros de música favoritos y una de mis debilidades. Me relaja...

Aterrizamos en Nairobi a las 04:00 a.m. Nos tocó caminar un buen trecho bajo el rocío de la mañana que era muy plácido.

Antes de pasar por la revisión de pasaportes, pasamos por el proceso de revisión de los resultados negativos de los test COVID-19. Este es un requisito no negociable para abordar cualquier avión en toda África, además de que te toman la temperatura en todos los controles de seguridad del aeropuerto. Aquí en Nairobi fue "especial" porque te exigían el código QR de la declaración jurada que uno debió haber hecho 24 horas antes de tomar el vuelo hacia Nairobi. Esta es una exigencia del gobierno de Kenya. Yo había tomado una foto de mi código y se la mostré al personal sanitario para que lo pasara por el lector y revisara mi declaración. Una vez hecho esto, podías pasar al control de pasaportes donde te volvían a pedir tus resultados del test Covid-19 y te hacen una entrevista en función de lo que declaraste para solicitar tu e-visa. Sí, la solicitud de la visa la puedes hacer por internet y la recibes igualmente. Al recibirla, debes imprimirla para entregarla a las autoridades de migración. Ya luego todo es muy rápido, recoges tu maleta y sales a tomar tu transporte. En mi caso, yo escogí que me recogieran del hotel cerca del aeropuerto, donde nos quedaríamos hasta el día anterior. Yo llamé al hotel y me vinieron a buscar inmediatamente.

Kenya es uno de los países más prominentes del Sub-Sahara Africano, después de Nigeria y Sudáfrica. Su economía se basa en la industria agrícola, forestal, pesca, minería, manufacturas, energética, turismo y servicios financieros.

Llegué al hotel, hice el check-in y, al abrir la puerta de mi habitación, esta era la vista que me recibió.

Me cepillé los dientes, lavé la cara y me fui a dormir hasta las 11:30 a.m. cuando me desperté, me di una ducha y ordené mi desayuno a la habitación. Comí y me volví a dormir hasta las 3:00 p.m. cuando me acordé que la recepcionista no me llamó para avisarme hasta que hora estaba abierta la estación del tren para Mombasa. Sí, tenía que comprar nuestros boletos para salir a Mombasa en tren el Miércoles próximo hasta el Viernes 23 de Octubre. Llegué a la estación del tren 10 minutos antes de que cerraran la taquilla y le pedí al taxista del hotel que me esperara. Me sentí que estaba en el concurso "The Amazing Race"... Logré comprar los boletos y salí corriendo a encontrarme con el chofer del hotel. Como le dije que lo quería contratar por unas 3 horas, le pedí que me llevara a un lugar donde me pudiera cortar el cabello. Me llevó a un centro comercial que queda relativamente cerca del hotel. El concepto de "centro comercial" en África, dependiendo donde esté ubicado, cambia un poco. Este, por ejemplo, como está ubicado cerca del aeropuerto y de una zona industria al suroeste de Nairobi, es exactamente eso. Un lugar donde hay tiendas de distinto género pero sin ningún "lujo" o suntuosidad. La barbería a la que fui era un lugar que se veía muy bien para los estándares africanos. Allí dije que me quería cortar el cabello e inmediatamente vino un barbero y me pidió que le siguiera a su silla, me senté y le expliqué el corte que quería y que tan corto deseaba que me quedara el cabello. El barbero siguió al pie de la letra lo que le dije y luego le pedí que me lavara el cabello. Él me dijo que no lo hacía el sino otra persona. Me llevó donde la chica que lavaba el cabello y esta chica me pidió que me sentara y acto seguido, me comenzó a lavar el cabello. Le pedí que lo hiciera con agua muy fría y ella se impresionó porque, según ella, nadie antes le había pedido semejante cosa. Yo le dije que necesitaba que fuera con agua muy fría porque sentía mucha pesadez porque estaba muy cansado. Me dijo que me lavaría con agua fría pero que luego le permitiera darme un masaje desde el cuero cabelludo hasta la espalda. Le dije que sí. Les puedo jurar sobre una Biblia si me lo piden, que este masaje me dejo como nuevo. Tanto que salí de allí como si estuviera levitando. Fue un masaje de revitalizador con aceite eucaliptos. Esto creo que fue el punto más álgido de mi primera salida de exploración en Nairobi. Llegué al hotel y me volví a dormir hasta las 09:30 p.m. cuando me desperté para ir al aeropuerto a buscar a Satu. Sí, la razón de viajar a Kenya por una semana era para encontrarnos aquí y celebrar nuestro 27avo aniversario. El vuelo de Satu llegó a tiempo y cuando yo llegué al aeropuerto, ella salió a los pocos minutos. Ella me sorprendió a mi porque yo estaba haciendo tiempo comprando una tarjeta telefónica para tener internet durante nuestra estadía en Kenya.

Llegamos al hotel, hicimos nuestro equipaje y nos acostamos inmediatamente porque al día siguiente, salimos de Safari.

Domingo

Nos levantamos hoy a las 05:30 para arreglarnos y desayunar porque nuestro guía nos recogería a las 07:00 para salir directo hacia el Parque Nacional de Masai Mara. Es un viaje de casi 7 horas por tierra porque la única forma de llegar allí es haciendo una triangulación vía Nakuru y luego desviarte vía Narok, pasando por Bomet y luego desviándose hacia Kisii. Desde allí tomamos el camino hacia Awendo. Al llegar a Migori tomamos la ruta hacia Kehancha y ya desde allí entramos al "Masai Mara National Park". Debo aclarar que una parte de la vía entre Nairobi y Nakuru está en construcción y, sumado al volumen de vehículos que transitan por esta carretera unos hacia Uganda y otros hacia Tanzania, esto hace que el camino se haga mucho más largo de lo que realmente es porque el tráfico es impresionante. 

La ruta es increíblemente ambivalente porque tienes la combinación de la hermosura de la naturaleza con la realidad social que vive la gran mayoría de la población de este hermoso país. Cuesta realmente mucho separar ambas realidades para poder disfrutar de lo que cada una ofrece y concentrarte en la belleza innata que ambas ofrecen.

Los primeros 80 kilómetros de camino fueron una mezcla de dejar la selva del concreto para luego irse adentrando en la hermosura que ofrece la ruta de montaña hacia la zona del "Riftvalley" que atraviesa toda Kenya y que comienza en Mozambique y termina en el Mar Rojo. Esta es una extension de tierra de más de 9.600 Km y muy importante para el comercio de los países del este de África. Aquí algunas tomas. No voy a comentar sobre la manera de conducir de los kenianos, pero les dejo un video para que saquen ustedes mismos sus conclusiones.



Panorámica del Riftvalley


La ruta de la montaña me hizo recordar mucho algunas de las rutas con cruces de montañas que hay en Venezuela. De pronto me sentí en la ruta de los Andes venezolanos cuando noté que estábamos a casi 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar. Hay una sola ruta para llegar a Masai Mara y esta es una vía un tanto triangular porque tomamos la ruta A104 hacia el norte hasta llegar a Nakuru. La carretera es angosta que va cruzando una cordillera con bajas colinas y muy parecida a la carretera del oriente de Venezuela. 

Se que al principio de mi relato del día de hoy, les comento muy resumidamente la ruta que tomamos. Pero ahora, para aquellos que les gusta ver un mapa, les comento la travesía que hicimos, siguiendo a Google Map. Ya unos pocos kilómetros a las afueras de Nakuru, tomamos la ruta C57 vía Njoro hasta llegar a Narok. Al llegar a Narok, tomamos la ruta C12 que nos llevó hasta Keekorok. Aquí ya llegamos a la puerta principal del Parque Nacional Masai Mara. En este lugar es donde se pagan las entradas al parque y son 90US$ diarios por persona cuando te quedas en un campamento que está dentro del Parque Nacional. Nuestro campamento estaba a las afueras del Parque Nacional pero al lado noreste del parque como a unos 18 Km. Esto representó un descuento en las entradas al parque de 20US$ por día. 

Debo decir que en nuestra familia, yo soy quien siempre organiza los viajes y este, por tradición, también lo organicé yo. Como sólo tenemos Satu y yo una semana de vacaciones y, Kenya es uno de los pocos países que garantiza vuelos directos desde Europa, este fue el destino más conveniente -dadas las circunstancias de la situación con la pandemia- para Satu venir en vuelo directo desde Amsterdam hasta Nairobi. No lo fue así para mi porque me tocó tomar Rwandair, que a pesar de no ser una mala aerolínea, las conexiones entre Brazzaville y Nairobi no son realmente ideales. En condiciones normales existe un vuelo directo semanal (los martes) con AirFrance desde Brazza hasta Nairobi pero no nos permitía aprovechar el tiempo. Al mismo tiempo, y porque lo leí alguna vez en un libro sobre las migraciones de animales salvajes entre Kenya, Tanzania y Uganda. Decía que el mes de Octubre era el mejor mes para visitar Masai Mara del lado de Kenya porque el clima era muy vehemente y se podían apreciar casi todas las especies de animales salvajes que estaban en pasaje migratorio por esta región. Al seguir este consejo, realmente disfrutamos de un excelente clima y pudimos ver casi todos las especies salvajes menos Panteras, Chitas y rinocerontes. Estos últimos están realmente en vías de extinción. Las panteras y los chitas son muy difíciles de ver porque recorren entre 50 y 80 kilómetros diariamente en períodos de migración.

En fin, el Safari que escogí fue de 2 noches y tres días. Dadas las condiciones, estuvo muy bien porque fue algo realmente "exclusivo" al ser nosotros los primeros turistas, no africanos, que hicimos una reservación para visitar el "Olgatuni Camp Masai Mara". La experiencia fue maravillosa pero muy intensa para estos adolescentes cincuentones. El primer día estuvimos casi 7 horas de carretera hasta llegar al Masai Mara Park y luego hicimos mas de 4 horas de Safari recorriendo el parque y viendo las distintas especies. Creo que en el día de hoy tomé mas de 500 fotografías y aquí una pequeña y selecta muestra.

Entrada al Masai Mara Park


   


Mujeres de la Tribu Masai queriendo vendernos sus artesanías.


Estas fotos las tomamos antes de entrar al Masai Mara Park. Una vez dentro y a menos de 300 metros nos recibieron una manada de Impalas muy hermosos. Luego nos encontramos con un elefante macho muy "mayor" porque estaba solo.

  

Aquí estamos "indiana Satu e Indiana Carlos en plena acción...

Tuvimos mucha suerte al tener el chofer que nos tocó porque fue muy complaciente con nosotros al tratar de conseguir llevarnos a los lugares donde pudieran haber especies que estaban accesibles en ciertos lugares en el parque. Para ello Paul, el chofer, contactó a sus otros colegas y a través de ellos, conseguimos visitar los lugares del parque donde estaban estas especies. Cerca de las 2:00 p.m., hicimos un picnic bajo un hermoso Acacia Negro. Buscando donde hacer el picnic, nos encontramos con un "árbol de salchichas", así lo llaman la gente de la tribu Masai. De estas estos frutos que parecen salchichas, los Masai hacen su propia cerveza. 



Paul hablando con sus colegas

  

El día de hoy fue realmente muy largo. Llegamos al Olgatuni Camp y allí hicimos nuestro check-in y nos llevaron a nuestra tienda de campaña. Nos imprecionó positivamente el llegar a nuestra tienda de campaña, ya que cuando hice la reservación no habían fotos del campamento ni nada que me pudiera dar alguna referencia visual. Sólo estaban los comentarios de las personas que se habían quedado allí y todos los comentarios eran muy buenos. Así que por esa razón, escogí este lugar que les recomiendo.

Tienda de campaña de noche

Lunes

Hoy nos levantamos muy temprano para desayunar e irnos con Paul a ver el resto de especies que no pudimos ver el Domingo. Nos levantamos muy temprano para desayunar y continuar con el Safari.



Le dijimos a Paul que el día de ayer fue un poco largo y que sólo deseábamos hacer un recorrido de unas 5 horas y luego regresar al campamento a descansar...


Vimos varias especies y hasta nos encontramos con una pareja de leones que se estaban apareando. Fue interesante ver como la leona marcaba la pauta al león. Los pudimos apreciar bastante cerca.



Luego nos fuimos en busca de los hipopótamos que estaban en una parte del río Talek. En principio vimos una familia de hipopótamos y cerca de ellos estaban unas garzas.

 

Lo mejor vino luego cuando estábamos dando la vuelta en la curvatura del rio y nos encontramos con este panorama

Esto fue realmente impresionante no solo por la cantidad sino por el sonido en unísono que comenzaron a hacer todos cuando notaron nuestra presencia. Nos quedamos contemplándolos por unos minutos y ya luego nos fuimos a buscar otro árbol de Acacia Negro para hacer nuestro picnic del 2do día. Después del picnic, le pedimos a Paul que nos llevara de vuelta al campamento ya que estábamos a casi 2 horas de camino. Y en la vía nos encontramos con varias manadas.

  

  

Llegamos al campamento casi a las 3:30 p.m. Estamos muy contentos de haber llegado un poco más temprano porque queríamos descansar y tal vez ducharnos y tomar una siesta por un par de horas antes de la cena.

Camino a la tienda de campaña de día

Lo anterior lo hicimos sin mucho apuro y fue reparador. Ya luego cerca de las 7:00 p.m. nos fuimos a la recepción porque nos dimos cuenta de que no había electricidad en la tienda de campaña. Esto nos pareció raro y fuimos a preguntar. Nos informaron que tenían un inconveniente con uno de los generadores de electricidad y que nos cambiarían a otra tienda de campaña para pasar la noche.

Nos cambiaron para una tienda de campaña más grande y hasta con un pequeño armario y lámparas de techo. Nos sentimos que estábamos en una de esas tiendas de campaña en el medio del desierto de las películas del Medio Oriente. Por suerte nosotros teníamos todo recogido porque sabíamos que nos marchamos mañana y teníamos que tener ya todo recogido. Esto hizo que nuestro cambio fuera expedito y sin ningún contratiempo. No tomé fotos porque estaba ya muy cansado.

Cenamos y nos fuimos a dormir casi que inmediatamente porque mañana nos tenemos que levantar muy temprano para emprender nuestro camino de vuelta a Nairobi. Pero antes vamos a visitar una de las comunidades Masai y esto es algo inesperado por la situación de la pandemia no era recomendable pero nos dijeron que en ninguna comunidad de las tribus Masai, había virus porque ellos como comunidad, no salen de su territorio y nosotros seríamos los primeros extranjeros en visitarles en más de 9 meses. Así que aceptamos la oferta y nos preparamos para ello.

Martes

No dormí muy bien anoche. Creo que me afectó el cambio de tienda de campaña porque en la tienda a donde nos cambiaron, yo sentía los ruidos de todos los animales. Hasta creo haber visto la silueta de un león que se reflejó en la tienda de campaña por la luz de la entrada de la tienda. En fin, que no dormí nada bien.

Hoy nos despertamos muy temprano para desayunar y alistarnos para salir rumbo a la tribu Masai y hacer una visita de no más de 20 minutos. Salimos del campamento a las 7:40 a.m. Esto porque queremos llegar hoy a Nairobi antes de las 4:00 p.m. a ver si podemos hacernos el test del Covid-19 en algún hospital para nuestro respectivos viajes del Sábado 24 de Octubre próximo.

Después de haber hecho un recorrido de casi 2:30 horas, llegamos al campamento de la tribu Masai. Luego de haber sido recibidos por el jefe de la tribu, y haber pagado la "contribución de 20US$ por persona, nos asignaron a un guía para turistas de la tribu, quien nos explicó lo que se hacía con el dinero de nuestra donación y que podíamos nosotros esperar de lo que ellos no mostrarían de la tribu.





Estos videos son una muestra de los cantos de bienvenida que nos hicieron, por separados, los hombres primero y luego las mujeres.

Baile de bienvenida por los aspirantes a guerreros

Baile de bienvenida de las mujeres Masai

De esta visita lo que mas me impresionó fue confirmar que esta tribu tiene un carácter un tanto matriarcal ya que muchas de las responsabilidades de la familia recaen absolutamente sobre la mujer como pilar fundamental de la sociedad. Es la mujer la que decide si se une en matrimonio o no con el hombre que la pide en matrimonio. Claro está que son en definitiva los padres los que deciden con quién ha de contraer matrimonio y esto dependerá de "la dote" que el potencial cónyuge ofrezca. No conforme con esto, es la mujer la que construye la casa y decide dónde y como la quiere. Normalmente tienen la cocina con la única "ventana" para la entrada de luz y salida del humo de la leña, una sala muy pequeña, dos habitaciones y un pequeño espacio donde duermen los recién nacidos. No tienen un lugar para asearse o hacer sus necesidades fisiológicas. Tampoco tienen acceso a agua de ningún tipo.

En el caso de los hombres, ellos se encargan del cuidado de la tribu y de cazar los alimentos que la mujer debe de cocinar. Pero es la mujer la que busca el agua y la leña, cuida de los hijos en casa hasta los 8 años y de allí pasan a ser parte de la "administración tribal" quien se encarga de instruirlos para que luego, a los 12 o 14 años, se casen y formen parte de la comunidad tribal. La administración de los recursos naturales y de cualquier índole, están a cargo del jefe de la tribu quien toma todas las decisiones por el resto de la comunidad tribal. Anarquía pura y dura. Prometo no hablar más de política.

Tour con el maestro Masai

Una vez más, es la mujer la que se encarga de producir los pocos productos que ellas mismas también les toca comerciar fuera de la tribu. Dentro de la tribu, es el marido quien se dirige al jefe de la tribu para que el "médico" de la tribu encargue a un tercero de la venta de "sus bienes". El ingreso de la venta de los productos, va directamente a los fondos de la comunidad tribal y es el jefe de la tribu quien decide cómo se gastan y deben distribuirse equitativamente para el bienestar de toda la tribu.


Los Masai, a pesar del siglo XXI, son una tribu muy tradicional en sus costumbres y creencias. Ellos no permiten que sus integrantes se vayan de la comunidad tribal. Existen otras comunidades tribales en todo el territorio y se pueden mudar sólo los hombres "guerreros" que se casen con una mujer de otra tribu. Dependiendo del rango del "guerrero", este puede llegar a formar otra comunidad tribal, previa consulta con los jefes de otras comunidades tribales. En definitiva, ellos son una tribu muy cerrada. A pesar de ello,  se han dado el caso de mujeres extranjeras (suecas, suizas y de otras nacionalidades), que se han casado con "guerreros" de esta tribu. Hay un libro que se llama "The White Masai" del cual han hecho hasta una película y es el relato de una mujer suiza quien se enamoró perdidamente de un guerrero Masai y contrajo matrimonio con él, tuvieron una hija y hoy en día están divorciados. La mujer se llevó a su hija y hasta aquí sé de esa historia real.

Estuvimos en la tribu Masai menos de 20 minutos. Esto porque queríamos llegar temprano a Nairobi para  explorar las posibilidades de hacernos los test Covid-19 para nuestros respectivos retornos. A pesar de que no eran ni las 10:00 a.m., la carretera estaba bastante transitada porque hoy es día de fiesta nacional (Día de los Héroes). Cerca de las 2:00 p.m. nos paramos en el mismo lugar donde nos habíamos parado el Domingo para apreciar el "Riftvalley". Aquí tomamos nuestro picnic contemplando el paisaje.

Después de casi 1 hora y 30 minutos de tráfico pesado, llegamos al Hospital Universitario de Nairobi y no pudimos hacernos el test porque, como somos turistas, no tenemos la tarjeta CAD o el sistema PESA para pagar. La otra opción era sucumbir ante el sobreprecio y pagar más de 120US$ por test a lo que dijimos un rotundo NO.

Así que nos fuimos al hotel y esta travesía de una parte del noreste a otro extremo al suroeste, nos permitió hacer un tour por todo Nairobi. Es realmente una ciudad con mucha infraestructura y se nota que, a pesar de la pobreza que se ve en muchas zonas, hay bastante desarrollo. Llegamos al hotel cerca de las 4:30 p.m., hicimos nuestro check-in y después de una hora nos fuimos a un supermercado para hacer una compra para mi. Sí, me traje una maleta vacía para llevármela llena de productos que son mucho más baratos aquí que en el Congo francés. Me ahorré más del 70% en la pequeña compra que hice. Regresamos al hotel para hacer nuevamente nuestras maletas pequeñas para salir en tren al día siguiente hacia Mombasa.

Miércoles

Nos despertamos cerca de las 05:30 a.m. para desayunarnos bien antes de salir a la estación de tren. Debo decir que escogí un hotel cerca del aeropuerto para quedarnos las noches que teníamos que pernoctar en Nairobi. La razón son varias y muy simples. Es mucho más seguro quedarte en un buen hotel cerca del aeropuerto porque no pierdes tiempo en el tráfico inclemente de Nairobi. Por un momento me sentí en Bangkok cuando nos tomó 35 minutos para recorrer un kilómetro de distancia entre el hotel y la estación de tren. Otra razón es que la gran mayoría de estos hoteles te guardan tus maletas grandes cuando uno va a regresar a quedarse con ellos. La otra razón es que todos los operadores turísticos te ofrecen recogerte en el hotel donde uno esté hospedado. Y la otra razón es que puedes contratar a los choferes del hotel para que te lleven a cualquier parte. Esto, en una ciudad tan insegura como Nairobi, es MUY importante.

Como dije anteriormente, el tráfico de la mañana a un cuarto para las 07:00 era terrorífico. Tanto que nos tomó casi 40 minutos para recorrer un poco más de un kilómetro. Estábamos muy preocupados porque nuestro tren salía a las 08:00 a.m. pero también sabíamos que teníamos que pasar los 3 controles de seguridad antes de subir al tren. Los controles de seguridad están divididos por sexo. Las mujeres de un lado y los hombres de otro lado. Primero te hacen colocar todas tus cosas sobre una plataforma de hierro y en fila. Es decir que tú tienes que quedar enfrente de tus pertenencias y a una distancia de 2 metros. Después de que pasan los perros antidroga y anti-explosivos 2 veces, recoges tus cosas y pasas por la máquina de seguridad donde debes de depositar todas tus cosas y esperar. A mí me "confiscaron" una botella de vino que tenía, bajo el pretexto de que estaba prohibido transportar alcohol, y me prometieron devolvérmela a mi regreso. Sin miramientos le dije a la inspectora que no me engañara y que sabía qué se la quedaría ella o alguno de sus colegas. Ella me dijo que me aseguraba que la podía recoger a mi regreso. Lo veré el Viernes y ya les contaré.

Cuando sales de este 2do control, pasas por un tercer control que es aún más desastroso que los 2 anteriores, donde te revisan si tu nombre en el pasaporte es igual al de tu boleto. Después subes unas escaleras infinitas, caminas por una pasarela calurosa y luego bajas por unas escaleras donde todo el mundo pelea con las maletas para llegar abajo. Vi cómo una señora la lanzó desde arriba bajo el pretexto de que no tenía nada que se le rompiera. El detalle es que la "señora" no se percato del resto de las personas que estaban bajando por las escaleras. La algarabía en Swahili era "sonora".

Subimos finalmente al tren y allí un "señor" pretendía que todo el tren cambiara sus asientos porque ellos eran una familia de 5 personas y quería quitarle el asiento a una señora británica que estaba a dos personas de mi. Yo le pedí al "señor" que nos dejara pasar y me dijo que me esperara porque él necesitaba convencer a la señora, le dije que ese no era mi problema y que sí su problema era donde sentar a su hijo de 3 años, que se lo sentara él en las piernas. Allí la gente que estaba detrás de mí comenzó a quejarse más y el "señor" nos dejó pasar. Tengo 2 hijos y no recuerdo querer incomodar a otra persona ni siquiera por el bienestar de mis propios hijos y menos por el mío. Recuerdo en un vuelo que hicimos Satu y yo donde venía una señora con su mamá y unos gemelos y era un vuelo con Lufthansa desde Jakarta a Frankfurt. Me acuerdo haberme ofrecido cargarle a uno de los hijos a la señora, para que ella fuera al baño. Era una mujer española y ella tenía muchas ganas de ir al baño, luego le hice el relevo a la abuela. No me importó hacerlo porque me di cuenta del grado de necesidad en que este par de mujeres estaban. La madre de los gemelos le pidió en alemán a una de las aromosas que la asistiera y le dio un rotundo no. Allí fue cuando yo me ofrecí a ayudarle. Para ese entonces, no estábamos ni seguros de querer tener hijos (1996).

Finalmente llegamos a nuestros asientos. Por suerte eran dos asientos aislados y no teníamos que compartir nuestro mini espacio con nadie. 

La salida fue exactamente a las 08:00 a.m. En lineas generales el tren, en 1era clase es muy limpio. Con el tema de la pandemia, el restaurante de 1era clse está cerrado y no hay ni un solo lugar en todo el tren donde comprar bebidas y menos comida. Nosotros, por suerte, desayunamos muy bien en el hotel y esto nos hizo sentir muy tranquilos. Además, teníamos algunas galletas y agua que fuimos consumiendo a lo largo de la trayectoria. Esta vía de tren fue construida en la época de la colonia y la usaban para transportar los productos desde Mombasa hasta Nairobi. También usaron este tren para hacer casería ya qué pasa entre el Parque Nacional Chyulu Hills y el Parque Nacional Tsavo West. En la ruta, dependiendo de que lado del tren estés sentado, puedes ver distintos animales. Nosotros vimos una manada de dromedarios.

A mitad de camino el tren se paró por casi dos horas. Pregunté varias veces qué pasaba y no me quisieron decir nada. El tren iba con todas las ventanas abiertas y también tenían el aire acondicionado funcionando. A pesar de ello, era inevitable sentir los +45 C que hacían afuera.

Llegamos  a Mombasa pasadas las 4:00 p.m. cuando estábamos supuestos a llegar a las 2:00 p.m. Inmediatamente al llegar solicité que nos cambiaran nuestros boletos para el tren de la mañana del Viernes y esto fue resultó en una negativa por parte del  "Encargado de Servicios al Cliente". Se llama hace llamar "Mike" para los extranjeros pero su nombre es Mapoto y no recuerdo el resto. Lo cierto que salí de allí muy molesto no porque no me cambiaran los boletos para el Viernes por la mañana, sino más bien cuando me enteré el por qué habíamos llegado tarde a Mombasa y no quisieron informarnos de la razón del retraso. Sucedió que una protesta bloqueó los rieles del tren con distintos objetos y tal fue la cantidad de objetos que tardaron casi 2 horas en despejar las vías del tren. Le dije al "Mike" que mayor razón tenía yo en solicitar el cambio de mis boletos para el tren de la mañana porque no había ninguna garantía de que esto no volviera a suceder el Viernes por la tarde, y yo pudiera correr con el riesgo de llegar tarde al aeropuerto para tomar mi vuelo de regreso a Brazzaville. Lo hice hasta llamar a la Gerente de la Estación de trenes de Mombasa pero esta "señora" me garantizó de que el evento acontecido hoy, no volvería a ocurrir. Le dije que nadie estaba seguro de ello porque cuando la gente desea protestar lo hace y punto. Para tranquilizarme quiso darme su número de teléfono  en caso de un retraso y le dije que mejor no me lo diera porque si el tren se retrasaba, ella no querría escuchar lo que yo tenía que decirle... En fin, ya pasas las 5:00 p.m., resolvimos irnos al hotel con un taxista recomendado por la policía y que, a pesar de ello, no queríamos tomar pero no había más alternativa. Le dije a Satu que tomaríamos el taxi y que esperábamos que nos llevara realmente al hotel. Negocié el precio con el taxista hasta el hotel y, al montarnos en el taxi, puse la dirección del hotel en Google map y así me fui asegurando que nos estaba llevando al hotel por la ruta correcta. El taxista se dio cuenta de mi desconfianza y me dijo que no me preocupara porque él era una buena persona. Le dije que todos éramos buenas personas pero que yo, después de la experiencia vivida en la estación de tren, simplemente quería que nos llevara por la ruta mas corta.

Sin novedad, llegamos al hotel después de las 5:30 p.m., y esto fue fantástico ya que el hotel era exactamente cómo lo describían los comentarios de los huéspedes. El personal del hotel muy amable y servicial. Nos dieron una habitación en la zona de adultos sin familia y nuestra habitación daba directamente al mar y a una piscina que invitaba a darse un "chapuzón". La persona que nos atendió se llama Joan. Ella es super amable y le pedimos que nos averiguara si podíamos hacernos las pruebas Covid-19 en alguna clínica privada en Mombasa. Ella me dijo que lo averiguaría inmediatamente y me llamaría a la habitación para informarnos. A los 10 minutos nos llamó e informó que era posible hacer los Covid-19 test pero que nos cobrarían 110US$ por persona y que los resultados pudieran estar listos el Viernes por la tarde. Le di las gracias a Joan y le dije que con ese precio y sin plenas garantías de que los resultados estarían listos, preferíamos simplemente hacernos los Covid-19 test en nuestros respectivos lugares de destino final. Así que le tocará a Satu hacerse su Covid-19 test en Schiphol en Amsterdam y a mí me tocará hacerme el Covid-19 test en el aeropuerto de Maya Maya de Brazzaville. Le di las gracias a Joan, dejamos las cosas en la habitación y salimos a explorar el hotel.

Nos fuimos como dos niños a meter los pies en el mar. El agua estaba muy caliente y ya se veía caer el atardecer. Sentir y escuchar el mar fue realmente reparador y relajante. Caminamos por la playa y disfrutamos de ver la caída del sol y nos quedamos por un rato simplemente escuchando el sonido del mar.

 


Cerca de las 6:30 p.m., nos fuimos a la habitación a cambiarnos y acto seguido cenamos. La estadía en este hotel era con todo incluido tipo buffet. Esto era algo que nosotros siempre tratamos de un hotel que ofreciera este tipo de servicios, cuando Emma y Samuel eran pequeños. Pues ahora resultó muy cómodo porque no teníamos el más mínimo interés en salir a ninguna parte sino quedarnos allí acostados en una tumbona a la orilla de la piscina o simplemente ver el mar desde el balcón de la habitación. Comimos y nos fuimos a acostarnos en unas tumbonas a la orilla del mar para contemplar el espectacular cielo estrellado y la tímida luna. Allí nos dieron cerca de las 09:30 p.m. Confieso que, alcancé un nivel de relajación, que me estaba quedando profundamente dormido. Nos fuimos a la habitación y a dormir hasta mañana.

Jueves

Sorpresivamente, el sonido de la lluvia y del mar me despertaron como a las 5:30 a.m. Abrí la puerta puerta del balcón y senté a contemplar el amanecer y a cómo caía la lluvia sobre el mar. Quería simplemente congelar ese momento y quedarme allí por un tiempo indefinido. Los que me conocen, saben que aprecio mucho las cosas simples y que me encanta mucho improvisar pero no con factor "sorpresa". Pero este momento fue sorpresivamente mágico al salir el sol y parar de llover.








Yo bajé para contemplar más del amanecer y dejé que Satu durmiera porque esta semana hemos tenido días muy largos de despertarnos muy temprano y acostarnos realmente rotos del cansancio. Ella se despertó cerca de las 09:00 a.m. y nos fuimos a desayunar. Después de desayunar nos fuimos a cambiar la ropa por trajes de baño y nos instalamos en un rinconcito de la piscina donde podíamos disfrutar de la vista y la brisa del mar. Esta playa era más un banco de corales y arrecifes que no te permitían realmente bañarte en el mar porque al bajar la marea quedaba un desierto de corales que tenías que cruzar descalzo y al llegar al mar había una especie de "escalón" lleno de corales. Así que disfruté del caminar por la playa y si que me metí por un ratico en el mar. Debo decir que la playa es muy hermosa con una arena muy blanca que, sin exagerar, podía pensarse que era nieve. Otro detalle era la suciedad que traía el mar a la orilla de la playa por la mañana. Esto sí que me impresionó y me hizo pensar en la cantidad de basura que debe de estar flotando por el mar Indio.


Satu disfrutó de pintar y yo de descansar. Recibí la triste noticia de la gravedad irreversible de Marta Parra Macías, la hija menor de mis padrinos y con quien compartí muchos momentos de mi infancia, adolescencia y hasta mi vida adulta. Me refugié en los hermosos recuerdo de esos viajes que hicimos a Ocumare de la Costa y de las noches de fogatas en la Bahia de Cata. Le doy gracias a Dios por haber compartido con ella. Caminando por el mar, le di mi hasta luego a la Chata.

A pesar de estar en la sombra, el reflejo del sol me bronceó mucho más de lo que yo deseaba. Quedé tan rojo como un camarón hervido. Cerca de las 04:00 p.m., nos fuimos a la habitación a cambiarnos para ir a la hora del té. Sí, esta es una tradición que les quedó de los tiempos de la colonización de los británicos, a los kenianos. Tomamos el té y nos fuimos de vuelta a la habitación a sentarnos en el balcón a contemplar el atardecer. Recibimos una llamada sorpresiva de la encargada del restaurante, pidiéndonos que deseaba hablar con nosotros antes de la cena. Satu fue quien atendió el teléfono y no le preguntó mas detalles. Luego bajamos y caminamos un poco por el hotel hasta la llegada de la hora de la cena.

Llegamos al restaurante unos minutos antes de la hora de la cena para hablar con la encargada. Al abordarla, ella muy amablemente nos saludó y nos dijo que simplemente quería conocernos. Eso nos pareció muy raro pero no le prestamos mucha atención porque pensamos que tal vez era una manera de conocer a los huéspedes del hotel y hacer un poco de relaciones públicas. Nos sentamos en nuestra mesa, Satu fue a buscar su comida mientras yo la esperaba para luego ir yo. Noté que todos los mesoneros me veían mucho y pensé que era porque me había insolado y estaba más rojo que un tomate. De verdad que parezco una señal de "PARE". Lo cierto es que, cuando estábamos comiendo el postre, escuchamos una algarabía y una canción en Swahili que yo imaginé que era el cumpleaños feliz. Cuando voy a buscar mi teléfono para filmarlos me doy cuenta de que la comparsa de las 8 personas vienen hacia nuestra mesa y yo me le quedo viendo a Satu y ella se me queda viendo a mí. Ambos con cara de signo de interrogación nos preguntamos que cuál era la sorpresa. La comparsa no dejaba de cantar y la gente de las mesas de alrededor aplaudían. Pues resulta que ellos venían con una torta para celebrar el aniversario de bodas número 27 de nosotros, que va a ser casualmente el Martes de la semana que viene. Ellos se enteraron porque yo le hice el comentario al dueño del campamento del Safari que hicimos en Masai Mara. Inraam y su esposa estaban celebrando sus 15 años de matrimonio y yo le comenté que nosotros estábamos haciendo este viaje para celebrar nuestro aniversario de bodas número 27. La encargada del restaurante no quiso decirnos cómo ella se enteró pero yo, "atando cabos", deduje que había sido Inraam. Le mandé un mensaje de agradecimiento por tan gentil detalle.

El pastel era grande y no podíamos comérnoslo entre Satu y yo. Decidimos cortarlo en pedazos y repartirlo entre las mesas que estaban a nuestro alrededor. Así que, sin egoísmo, compartimos las alegrías y las calorías. El pastel estaba muy sabroso.

Terminamos de comer, pasamos por la recepción para solicitar la contratación de un taxi para mañana a las 11:00 a.m. para que nos lleve a la estación de trenes de Mombasa, y nos fuimos a caminar un rato porque ambos quedamos muy llenos. Luego nos fuimos a la habitación y nos sentamos en el balcón a hablar y a escuchar el sonido del mar. Allí estuvimos un buen rato hasta que Morfeo nos llamó a dormir.

Viernes

Hoy ambos nos despertamos muy temprano para ver el amanecer y dar una caminata por la playa. Fue bastante grato porque pudimos llegar hasta donde el mar no te permite continuar hacia el otro extremo porque hay un banco de corales muy peligroso.


Nos regresamos y estuvimos caminando por la arena hasta que todo se volvió a nublar como con ganas de llover. No eran aún las 06:30 a.m. cuando decidimos regresar a la habitación. Yo me puse a ver las noticias y Satu se fue a disfrutar de la piscina por un rato hasta la hora de ir a tomar el desayuno. A las 09:00 a.m. nos fuimos a desayunar, pedí que por favor nos dieran la cuenta de lo que debíamos y en el interim, fuimos a buscar nuestras maletas de mano para hacer el check-out. Le pedí a la recepción que nos prepararan unos sándwiches para comer algo en el tren porque sabía que nos daría hambre. Ellos nos hicieron una caja tipo picnic con unos sándwiches de jamón y queso, unos jugos y unas bananas. Esto se lo agradecimos mucho porque no queríamos aventurarnos a tener que comprar nada en la estación del tren. 

El taxi estaba a tiempo y esperándonos antes de la hora. Pagué, les dimos propina a los empleados que nos atendieron, nos despedimos y tomamos nuestro taxi con destina a la estación de tren de Mombasa. Allí llegamos con tiempo para recoger nuestros boletos de tren que el "Mike" se los quedó con la esperanza inútil de hacernos el cambio al tren de la mañana de hoy, pero como ya comenté, no sucedió.

Tuve que esperar por el "Mike" por casi media hora hasta que apareció y yo llegué en el momento justo de regreso a la fila de seguridad para hacer el primer control con Satu. Pasamos el primer control. En el segundo control, uno de los "vigilantes" se "enamoró" de mí y tratando de sacarme dinero me pidió ver mi visa de ingreso a Kenya. Le dije que no la tenía porque, si el sabía su trabajo, las visas electrónicas no se estampan en los pasaportes. Me dijo que eso no era verdad y yo le dije que entonces él no era de seguridad. Vino otro guardia y yo en el interim busque mi recibo de el pago de la visa para mostrársela al otro guardia. El otro guardia vio el comprobante y me dejó ir.

Luego pasamos al tercer control donde te vuelven a revisar el pasaporte y el boleto de tren. Pasamos este control y luego nos fuimos a una sala de esperas porque teníamos que esperar unas 2 horas por nuestro tren. A las 2:30 p.m., nos permitieron subirnos al tren, el cual felizmente salió a tiempo y sin demora. Una grata sorpresa fue saber que este  tren es "expreso" y que no para en ninguna parte hasta llegar a Nairobi. Esperamos llegar un poco después de las 08:00 p.m.

Llegamos a Nairobi a las 08:10 p.m. Salimos del tren y acto seguido me fui a seguridad a buscar mi botella de vino. Conseguí hablar con el jefe de seguridad de la estación de tren y me llevó al depósito donde guardan los objetos que decomisan y allí estaba mi botella de vino entre muchas otras. Allí habían hasta botellas de champán muy caras. Recogí mi botella y me fui a encontrarme con Satu para llamar  al chofer del hotel para que nos viniera a recoger a la estación de tren. No fue muy agradable la espera porque la estación de tren está en una zona un tanto desolada y de noche no es grato esperar en un lugar donde Satu y yo éramos lo que más resaltaba por no ser igual que el resto.

Si alguno de los lectores se interesa por saber información específica de nuestras vacaciones  en Kenya, no duden de enviarme un mensaje por privado y con gusto les facilito la información que yo pueda tener a mano.

Bueno, ahora escribo desde el hotel y a unas horas de tomar mi vuelo de vuelta a mi realidad surrealista. Mi vuelo sale a las 5:00 a.m. hacia Kigali y luego hago conexión a las 9:30 a.m. a Brazzaville, para llegar a Maya Maya a las 10:30 a.m. y tal vez estar en casa una hora y media después porque me va a tocar hacerme el Covid-19 test en el aeropuerto y esto tarda una eternidad. 

Así que hasta aquí esta entrega y espero la hayan disfrutado leyendo, tanto como yo, narrando la experiencia.

¡Hasta la próxima!


  





















 



         

   








12 comentarios:

  1. Feliz Aniversario amigo. Se que Dios les bendecirá con muchos años cargados de maravillosas aventuras. Hasta la próxima semana querido Carlos...

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    1. Muchas gracias Jacqueline. Abrazos y bendiciones para ti y todos los tuyos. Besos.

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  2. Esto debería ser material de lectura obligatoria. La carretera efectivamente me recordó la carretera a Río Chico. La vegetación igual. Los huecos en la carretera jajaja. Me tenías en ascuas por la incertidumbre de si recuperabas tu botella de vino o no. De si el tren tendría demora. Que si la supervisora recibirá su llamada colérica ..... Escribes tan ameno que es un gustazo leer tu entregas semanales. Feliz aniversario cimpaladre y Comaladre. Me alegro que hayan podido pasar el tiempo junto a. Los quiero infinito.

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    1. Querida comaladre, ya traté de contestarte antes pero algo pasó. Eres muy generosa en tus comentarios. Gracias por leerme. Sigo en Nairobi ya que no me permitieron montarme en el avión por no tener un test Covid-19 que tuviese menos de 72 horas. Ya me hice el test y he de recibir los resultados mañana y tengo una reservación para el Lunes por la madrugada para regresar a Brazza. Satu sale hoy a la media noche de regreso a Bruselas vía Amsterdam. Ya te contaré. Besos.

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  3. Increíbles de verdad tus historias! Qué sabroso es “viajar a Africa” desde el confort de mi cama! 😁 Ojalá algún día pueda hacerlo en persona.
    Gracias por tus escritos, videos y fotos, los aprecio y disfruto muchísimo. Feliz aniversario y suerte con tu test!

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    1. Muchas gracias por tu comentario Flor Alejandrina. ¿Pudiste ver los videos que hay en los enlaces? Un abrazo.

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  4. Esta ha sido mi entrada favorita. Qué viaje tan increíble! Te llamo ahora para comentar. Feliz aniversario. La verdad es que no puedo creer que ya hace 27 años de tu matrimonio...

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    1. Querido Marco, ¡ muchas gracias por tu comentario y por leerme! el viaje fue muy "compacto". Sí, Satu y yo tenemos 27 años de casados y 30 años juntos. Un abrazo.

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  5. Primo tremenda experiencia....Disfruté mucho leer tu travesía....Feliz Aniversario y Bendiciones a tu Esposa e Hijos....Un abrazo

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    1. Muchas gracias prima. Abrazos y bendiciones para todos. besos.

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  6. Hola Carlos que alegria tener noticias tuyas, mil gracias por compartir tus experiencias en este viaje a Kenia junto con mi recordada y querida Satu festejar en un Safari sus 27 preciosos años juntos de matrimonio, me parece fascinante, y mas en epoca de pandemia, maravilloso estar en contacto con la naturaleza y cargarse de energias positivas de verdad una a adventura inolvidables, muchas felicidades soy una persona afortunada contar con vuestra amistad,los recuerdo con mucho cariño,un abrazo de corazon.

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    1. Querida Gladys, nosotros siempre te recordamos con mucho cariño por los años que vivimos en Jakarta. Gracias por tus felicitaciones. El viaje realmente transcurrió buscando un punto "intermedio" para vernos. Ahora con la pandemia, no son muchas las líneas aéreas europeas que ofrecen vuelos directo desde África hacia Europa. Así que Kenya fue pura casualidad.Bendiciones para todos los tuyos. Abrazos para ti.

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