10ma Semana... Los "mecánicos"...

Domingo

Realmente no importa los planes que uno haga de dormir hasta tarde o simplemente descansar hasta cierta hora. Otros, léase el clarinete del pelotón del Hospital Militar, tienen otros planes sonoros y te despiertan ya a las 06:45 a.m. de un Domingo. Así que me levanté antes de las 07:00 a.m. y me puse a ver las noticias de la semana para tratar de ocupar mi tiempo en ver cómo estaba el mundo. Y me puse a pensar si habrá algún plan de la NASA que busque voluntarios para ir a habitar algún nuevo planeta... Después de leer las noticias, Brazzaville -con todos sus retos- no es un lugar tan malo para vivir.

Cerca de las 09:00 a.m., me dio hambre. Así que me bañé y arreglé para irme a desayunar a Le Mandarine Salon Té. Desayuné allí y luego me fui a hacer mi compra de la semana. Nunca antes había ido un domingo a hacer la compra. Resultó ser de lo más agradable porque prácticamente tenía el supermercado para mí solo. Así que hice mi compra y regresé a casa a cocinar mi menú de la semana.

La semana que comienza mañana se perfila no menos complicada que las semanas anteriores con más reuniones y retos que aún no consigo la "magia" para resolverlos. Hace unos minutos estaba hablando por WhatsApp y, como si nada, se fue la conexión de internet. Espero que regrese en cualquier momento.

Ya son las 09:20 p.m. y sigo sin internet, lo cual me hace pensar en muchas cosas y en la limitación que esto representa para la comunicación e información con el resto de "mi mundo". Me resulta un poco "desconocido" el no poder estar en las redes sociales y ver qué pasa en ese "mundo mío". Mejor me voy a dormir y así evito que las ideas me tienten a seguir pensando en las cosas que no puedo arreglar.

Lunes

Me desperté antes de que sonara la alarma de mi reloj. Me levanté, tendí mi cama y me fui a cepillarme los dientes y a darme una ducha. Resultó providencial el haberme despertado 8 minutos antes de que sonara el despertador porque el agua la cortaron y yo me enteré por una sonora vulgaridad que soltó a viva voz el vecino de abajo. No me quedó más que ser agradecido con el universo haberme permitido tomar una ducha como Dios manda. Luego pensé: esta va a ser una buena semana.

Me di prisa en arreglarme, desayunar y salir de casa antes de tiempo porque comenzaron los truenos. Pensé que venía una tormenta y que debo apurarme para evitarla. Efectivamente, al montarme en el taxi, comenzó a llover estrepitosamente y realmente no se veía NADA. El taxista me dijo que teníamos que parar por un rato y yo le dije que estaba bien. Él no encontró mejor lugar para estacionarse que la acera.Yo le dije que la acera era para los peatones y él me replicó diciendo que era para el que la necesitara. No quería comenzar mi día con una discusión tan temprano y, como caigo del cielo, pasó una patrulla de la policía que le pidió que se bajara de la acera o le multarían. El taxista no le quedó mas remedio que llevarme a mi destino muy despacio. Pude, por primera vez en 3 meses, apreciar la calle que transito 2 veces al día de Lunes a Viernes. Nunca antes había tenido esta oportunidad. Así que, en vez de hacer el viaje en 4 minutos, lo hicimos en casi 25 minutos y fue muy placentero porque sentí que podía apreciar la ruta que transito todos los días y no sentirme como si voy en una ambulancia todos los días por la mañana y por la tarde. 

Llegué a la escuela y seguía lloviendo. Saqué mi paraguas y pude navegar a través de los charcos hasta la entrada de la escuela y luego hasta mi oficina. Me sentí afortunado de haber llegado temprano a la escuela porque todo el mundo llegó tarde hoy por la fuerte lluvia.

Tuve mi primera reunión de la semana con un padre difícil. El señor me repetía a manera de mantra: "Vuos dois réparer ma fille"... A pesar de entender la desesperación del padre, no era mucho lo que yo o la escuela puede hacer por un alumno, él tenía que aceptar su cuota de responsabilidad en la situación por no involucrarse. El señor estaba negado a aceptar la situación y constantemente me decía que era mucho el dinero que él pagaba por los estudios de su hija. Yo le dije: "Ceci est une école et non un atelier automobile. Votre fille n'est pas une voiture et je ne suis pas mécanicien non plus"... No me pude contener porque sentí que debía decir algo que le hiciera reaccionar y aceptar la dura realidad. Al final el señor accedió a mis recomendaciones y me dijo que hablaría con otros profesores para confirmar lo que yo le comentaba. Antes del medio día, me llamó para pedirme disculpas y que hiciera todos los arreglos futuros. No me alegró pero sí que me hizo sentir mejor porque la niña necesita una intervención académica urgente.

Tuve mis clases de español y la tarde transcurrió entre reuniones hasta las 03:00 p.m. cuando terminó la segunda reunión de la tarde y sólo tenía menos de 15 minutos para entrar a otra reunión administrativa que duraría unas 2:30 horas. Ví cómo la suerte de la mañana se desvanecía entre las horas de reuniones y más reuniones. 

Salí de la reunión a las 05:40 p.m. muy cansado pero satisfecho de haber logrado algunos acuerdos y sentir que van a haber avances en la dirección correcta. Conseguí un taxi antes de que comenzara a llover nuevamente. Por suerte llegué a casa antes que la lluvia, porque comenzó a llover justo cuando yo cerré la puerta del apartamento. Revisé sí había agua y me fui a bañarme muy rápidamente pensando en lo acontecido esta mañana. Me di una buena ducha y me fui a prepararme unos sándwiches. Comí y me fui a dormir antes de las 08:00 p.m. Hoy estoy realmente muy cansado.

Martes

Me despertó el fuerte viento que movía fuertemente las ventanas. Tendí mi cama y me fui a ducharme sin saber si había agua o no. Por sorpresa sí que había agua. Así que me duché y sequé muy rápidamente. Tomé mi desayuno , preparé mi bolsa para llevarme mi almuerzo. Agarré mi morral y salí corriendo a tomar un taxi. A mitad de camino comenzó a llover y al llegar a la escuela ya la lluvia era un diluvio. Debo decir que con estas lluvias tan intensas, la temperatura ha bajado casi 10 grados. Me resulta muy placentero el sentarme en el corredor a hablar con los alumnos. A mí me encanta el sonido de la lluvia y siento que a ellos les tranquiliza también. Así que hoy tuve mis entrevistas con los alumnos en el corredor, acompañado por el sonido de la lluvia. Debo confesar que siento mucha debilidad por la lluvia. No soy melancólico pero la lluvia me da mucha calma y me relaja.

Hoy, después de dar mi clase de español, me tocó hacer mi guardia en el comedor de la escuela. Este es un lugar pequeño con un tráfico de personas algo complicado. Con el tema de la pandemia tenemos que mantener las distancias entre los alumnos e igualmente los grupos de clases que pueden compartir los mismos espacios. Esto es una tarea un tanto difícil porque requiere de seguir una estrategia un tanto rígida para poder darle de comer a casi 100 personas en media hora. Para ello me hice de mí ahora asistente, pito. Sí, como ustedes saben, en las escuelas norteamericanas se usan mucho los pitos por parte de los maestros y profesores para dirigir la atención de los alumnos. Así que mí "asistente" y yo estamos haciendo una buena labor a punta de mantener el tránsito en la cantina en orden.

No es que esté fascinado cómo muchacho con juguete nuevo con el "asistente". Pero sí que es verdad que cuando lo sueno este silbato, todos voltean a verme. Ya no tengo que levantar la voz sino simplemente silbato y prestan inmediatamente atención. Ahora entiendo a los fiscales de tránsito y su pasión desenfrenada por usar el pito o silbato constantemente.

Continuó lloviendo por el resto de la tarde. Fue muy grato mi encuentro con los alumnos de 2do y 3ero de primaria para hablar sobre la ira y la rabia. He iniciado un ciclo de conversaciones con los alumnos de primaria para saber cómo identificar los sentimientos y poder controlar las emociones que sentimos cuando experimentamos estos sentimientos. Puedo decir que los niños, a temprana edad saben mucho más de lo que nosotros queremos aceptar. Me di claramente cuenta que ellos, con muy poca instrucción podían definir que era tener ira o rabia incontrolada. Una de las técnicas que les enseñé, fue la del Flamingo y fue muy divertido verlos practicarla. En medio de todo, disfruto mucho sentarme a conversar con ellos y escuchar lo que pasa en sus "pequeños" grandes mundos. Cada uno de ellos es especial emanando sus ideas a través de sus colores. Los niños, a esta edad, son extremadamente creativos y resolutivos cuando no tienen el impedimento de usar libremente su creatividad. Hoy por ejemplo, mientras les mostraba un video corto de como controlar o evitar sentirnos rabia, se fue la luz y nos quedamos en el salón un poco a oscuras. Yo estaba que no sabía si esperar a que prendieran el generador de la escuela o ir a buscar una linterna para ir a abrir la puerta del salón. Sucede que yo no conozco ese salón donde estábamos y ninguno sabía dónde pudiera estar la linterna de emergencia en ese salón. Pues a una niña se le ocurrió que abriéramos las cortinas para que entrara la luz y así sentirnos mas cómodos. Me pareció perfecta su sugerencia y eso fue lo que hicimos. Al final terminamos todos sentados sobre la alfombra y disfrutamos el resto de la clase recordando eventos donde pudimos haber evitado situaciones de violencia.

Terminé esta clase y me fui corriendo a casa. Me siento muy agotado y no es otra cosa sino cansancio. Llegué a mi casa y me di una ducha, luego me hice unos sándwiches tostados de jamón y queso mozzarella que conseguí por casualidad en el supermercado. Me acabo de terminar de tomar una merecida cerveza y ahora, a las 09:10 p.m., me voy a dormir.

Miércoles

A pesar de la tormenta de anoche, hoy amanecí sin agua. Por suerte me di una ducha anoche. Así que me cepillé los dientes y lavé la cara con una botella de agua. Me fui a desayunar y salí corriendo para el colegio porque, por la lluvia de anoche, seguro las calles estarían inundadas. Efectivamente, las calles eran unos canales de navegación. Por suerte el taxista que me tocó esta vez, era un muchacho joven a quien pude convencer de que manejara despacio. Noté que había muy poca gente en la calle y le pregunté al joven taxista que por qué no había tanta gente en la calle. Él me contestó que la lluvia torrencial de anoche causó inundaciones y que mucha gente ha sido afectada por las lluvias. Me dio mucha pena escuchar esto y luego pensé en que tal vez la gente debe de vivir en lugares sin desagües y si la calle por donde estabas cruzando estaba repleta de agua, no me quería imaginar cómo estarían las calles a las afueras del casco central de Brazzaville.

Llegué a la escuela sin contratiempos y comencé mi día "corto" con una reunión a primera hora y seguidamente, mis clases de español. Luego tuve otras reuniones de evaluación y ahora que veo la hora, mejor como mi almuerzo antes de que alguien venga a disponer de mi único momento para comer.

Esta semana tiene tres días cortos porque nos toca hacer los días de reuniones de final de bimestre con los padres. Hoy es un día "corto" que no va a resultar realmente corto porque tenemos una reunión pedagógica que seguro terminará más tarde de lo previsto. Salimos de esta reunión pasadas las 3:20 p.m. Me sentí muy cansado y unos compañeros me invitaron a tomar una cerveza a un lugar nuevo que abrieron recientemente aquí en Brazzaville muy cerca del Poto-Poto Marché. El lugar se llama "Le Concept" y es muy agradable. Aquí algunas fotos.

     

El lugar resultó ser muy acogedor y con un ambiente al aire libre bastante fresco en decoración y ubicación porque está en una de las colinas más altas que hay en Brazza y la vista está muy bien porque es la zona de Poto-Poto y muy cerca de la Gran Mezquita.

Resultó muy grato compartir con mis colegas. Ya a las 5:30 p.m., nos fuimos cada uno a su casa. Supe por mis colegas que hay muchos lugares muy bonitos y agradables en Brazza donde uno se puede ir a tomar una cerveza sin que sea el típico bar o cervecería que encontramos en muchas ciudades.

Llegué a casa bastante cansado. Vi que había agua, puse ropa a lavar y me di una ducha. Me preparé un plato de yogurt con manzana, pera y ciruelas. Me puse a revisar las citas que tenía en agenda para los 2 días de reuniones con los padres dando tiempo a que la lavadora terminara de lavar. Ya a las 09:20 p.m. tengo ganas de irme a dormir. Comenzó a llover y con el sonido de la lluvia, me voy a dormir.

Jueves

Hoy amaneció lloviendo y esto me hace pensar en que debo de apurarme para evitar el tráfico y poder conseguir un taxi que me lleve sin prisa a AISB. Hoy es otro día "corto" en el trabajo pero bastante completo de cosas administrativas y reuniones con padres.

Di mi clase de español he inmediatamente tuve mi primera reunión del día. Después de esta reunión, decidí que, como ya son las 11:20 a.m., es mejor que coma algo ahora antes de mi reunión de las 12:00 p.m. y antes de que comiencen a llegar los padres a la 1:00 p.m. para las citas programadas con ellos. Así que comí, acto seguido tuve la reunión y ya, cuando estaba saliendo de la reunión a las 12:45 p.m., vi que ya me estaban esperando 3 representantes. Los saludé y les dije que las reuniones no comenzaban hasta la 1:00 p.m. y ellos me dijeron que habían venido temprano pensando en que podrían salir mas temprano. Yo les dije que ya ellos habían reservado una hora y que el horario no podía ser modificado y que, si se esperaban unos 5 minutos yo les podría atender un poco antes de la hora acordada pero que no esperaran que los otros profesores hicieran lo mismo. Me dijeron que estaba bien. Me fui al "Orinoco Room" y ya luego los atendí.

Tuve una conversación muy amena con uno de los padres con quien tuve el placer de reunirme. Este señor estaba muy inquietado por saber si él estaba haciendo una buena labor de padre y me insistía en la necesidad de exponer a su hijo a experiencias que lo fortalecieran y lo hicieran "resistente". Yo le dije que nosotros en la escuela le damos una educación bastante integral a su hijo pero que no entendía a lo que él se refería como "resistencia". Me dijo que él era una persona que tenía mucha "resistencia" porque había pasado mucho trabajo para conseguir todos sus logros. Yo le dije que tal vez él lo que se refería era a ayudar a su hijo a tener resiliencia. Le explique era la "hermana gemela" de la perseverancia. Le explique qué había una gran diferencia entre las personas que tienen resistencia y las que tienen resiliencia. Le dije que las personas, en un alto porcentaje, con resistencia, son personas que tienen una capacidad de aprender a través de la carencia de condiciones emocionales o materiales desde temprana edad, no porque no hayan tenido padre o madre -que a veces es el caso- sino por haber sido expuestos desde muy pequeños, a distintas situaciones un tanto estresantes y que a las cuales han sabido adaptarse. Le expliqué al señor que los niños que desde temprana edad crecen en un ambiente familiar seguro y lleno de armonía, tienden a ser exitosos y con un alto nivel de resiliencia en su vida adulta. El señor me comentó que nunca había escuchado que la resiliencia pudiera ser tan importante en la vida de una persona. Le dije que la resiliencia era una de las competencias de vida más importantes porque nos permitían siempre buscar el aprendizaje en todos los retos que se presentan el la vida personal o profesional. Él se me quedó viendo y me dijo que si yo me consideraba una persona con resiliencia. Le dije, con mucha humildad, que yo había crecido, hasta cierta edad, en una familia donde siempre tuve mucha seguridad y esto me había servido para desarrollar luego el ser una persona con resiliencia. Este padre quería seguir hablando conmigo pero tuve que decirle que tenía otra cita con otros representantes. Él entendió y me dijo que le encantaría seguir conversando conmigo. Yo le dije que estaba a la orden y que, hasta donde yo veía, él como padre, estaba haciendo un buen trabajo.

Cuando el reloj marcó las 4:00 p.m., vi que ya no tenía más citas y que se avecinaba una tremenda tormenta. Apagué las luces de mi oficina, agarré mi morral y salí corriendo a buscar un taxi. Llegué a casa y a los pocos minutos comenzó a llover con truenos, relámpagos y centellas. Aproveché que había agua y me duché. Luego me preparé mi cena y me hice una taza de té para relajarme y prepararme ya para irme a dormir. Son casi las 08:30 p.m. y el sonido de la lluvia me invita a descansar. Yo me dejo llevar por Morfeo y ya me voy a sucumbir a dormir.

Viernes

Siempre que me despierto ahora por las mañanas, lo primero que hago es ver si hay agua para darme una ducha. Para mí el ducharme por las mañanas es mucho más importante que tomar café. Si no me he duchado la noche anterior, no me siento gente hasta que no me ducho. Esta es una maña de la que no me he podido desprender ni siquiera durante los duros inviernos en Finlandia.

Después de alistarme, salí de prisa a buscar un taxi. Hoy compartí el taxi con un colega con quién coincidí en el portal del complejo donde vivimos. Es la primera vez que coincido con uno de los colegas temprano por la mañana para ir al trabajo. Ambos estábamos deseosos de conseguir taxi porque sabíamos que las calles estaban todas anegadas. No paró de llover en toda la noche. Tanto ha sido que la temperatura ahora está 10 grados por debajo de lo normal. La verdad es que se agradece que el clima refresque. Nunca pensé que pudiera llegar la temperatura a los +24 C y menos por la mañana. Esto es un lujo.

A pesar de lo anegadas que estaban las calles, llegamos a la escuela muy temprano. Comencé mi día con evaluaciones a alumnos nuevos. Luego di mi clase de español y continué con mis reuniones administrativas hasta las 12:00 p.m. y ya a la 1:00 p.m., comenzaban las reuniones con los padres. Hoy en total tengo 6 padres que quieren verme y uno de ellos es para despedirse de mí porque lo trasladan a Zambia. Es el padre de mi mejor alumna de español en secundaria. Me da mucha pena verle ir pero esa es la vida que hay en las escuelas internacionales. La niña habla 6 idiomas con apenas 16 años. Me hace recordar mucho a algunos alumnos que tuve en mis tiempos en EEB2.

Casi todas las reuniones transcurrieron sin novedad y esto fue muy bueno. Resulta muy agradable hablar con padres que no les es ninguna sorpresa los resultados que tienen de sus hijos. Pero hay otros que creen que están pagando una escuela donde los profesores hacen milagros. Me tocó decirle a un padre que si quería milagros, en la escuela ningún profesor estaba capacitado para ello. Que todos somos docentes en distintas disciplinas y que tratábamos de hacer todo lo que estaba a nuestro alcance para conseguir que sus hijos recibieran una educación integral.

Hoy conocí a una madre a quien he invitado a reunirse conmigo desde que llegué a la escuela y la señora, por la naturaleza de su trabajo, le resulta imposible reunirse en horas laborales. En una oportunidad accedí a verme con ella a las 06:30 p.m. pero a ella le surgió una emergencia y me canceló. En esta oportunidad, ella fue la que me confirmó a través de una carta personal, que asistiría a la reunión de hoy. La señora fue mucho más simpática en persona que a través de emails o cartas oficiales. Para mí sorpresa, ella habla perfectamente español porque estudió en España cuando era niña y conserva muy bien su fluidez en español. Ella entendió perfectamente lo que yo le decía en mis comunicaciones y me prometió que las cosas iban a cambiar con respecto al rendimiento académico de sus hijos. Me preguntó si yo le podía dar clases privadas de conversación de español a ella. Le dije que yo no podía dar clases privadas de conversación en español fuera de la escuela porque mi contrato no me lo permite. Pero le dije que podíamos hacer un trueque. Yo le podía dar clases de conversación de español, si ella me daba unas clases de cocina congoleña. Ella accedió a mi propuesta y quedamos que la semana que viene ella me contactará para ver qué fin de semana comenzamos con las clases de español y de cocina congoleña. Ella quedó encantada y yo más contento que muchacho con juguete nuevo.

Terminé con mis reuniones cerca de las 5:30 p.m. porque hubo padres que llegaron tarde porque había mucho tráfico. Un grupo de colegas nos encontramos a la salida y decidimos irnos a tomar una cerveza para celebrar que habíamos terminado con éxito las reuniones con los padres. Fuimos a la terraza de un hotel que esta relativamente cerca de donde vivimos y la vista que había del norte de Brazzaville es espectacular. La comparto con todos ustedes.

Como lo muestra la foto, el tiempo se estaba poniendo de lluvia. Así que nos tomamos la cerveza y nos fuimos todos a casa. Llegué muy cansado pero satisfecho de que era Viernes. En contra de mi voluntad me puse a limpiar. Sí, aún no consigo el tiempo para buscar a una señora que me venga a ayudar con la limpieza en casa. Creo que me estoy resignando y lo estoy tomando más bien como una actividad física paras quemar un poco de calorías.

Me comí el resto de una ensalada fría de papas y salchichas de pollo con pimientos y aceitunas y queso feta,; que había preparado ayer para el almuerzo de hoy. Ahora, a las 09:12 p.m., me voy a dar una ducha aprovechando que hay agua y luego directo a dormir.

Sábado

Como todos los sábados, a las 6:45 a.m., me despertó el clarinete del pelotón del Hospital Militar. Me levanté solo para poner a lavar un poco de ropa y me volví a meter en la cama. Me puse los audífonos para escuchar un programa de radio de una emisora de jazz de NY y me quedé profundamente dormido hasta casi las 10:00 a.m. Me levanté a colgar la ropa para secar y luego me puse a lavar el cuarto de baño. Terminé cerca de las 10:30 am.m y me fui a prepararme un desayuno casi "brunch". Terminé de comer y cuando estaba lavando los platos sucios, se fue la electricidad y con ella el agua. Pensé que la electricidad llegaría pronto pero no fue así. Me fui a hablar con el conserje del complejo y me dijo que no tendríamos electricidad por unas horas porque el generador se había dañado y no sabía a que hora lo repararían. Me dijo que yo era como el inquilino número 30 que venía a preguntarle y que cerraría la oficina temprano para evitar tener que dar explicaciones. Le dije que hiciera un cartel y lo pusiera en la puerta y me dijo que no lo haría porque la gente simplemente tenía que esperar. Le dije que era injusto y que yo se lo iba a comunicar a su superior. Me fui un poco frustrado y hasta sudando a chorros porque hoy la temperatura estaba a +38 C... 

Llegué a casa y sólo me quedó una de las terapias manuales que hago donde puedo revertir la frustración ante tanta negligencia y mal servicio, en algo positivo. Sí, me puse a tejer y por aquí voy. 

Ya son las 3:30 p.m. y no hay señales de que la electricidad o el agua lleguen. Me acabo de dar un baño de esponja y ahora me voy con unos colegas a comer fuera a un lugar donde haya aire acondicionado porque el calor está en su mejor momento y ya no quiero seguir sudando. ¡Ah! bajé a tirar la basura y vi que el conserje puso un cartel en la puerta de la oficina. ¿Hasta dónde tiene que llegar uno para conseguir un servicio de atención por el cual ya está uno pagando? Publicaré esta entrega cuando llegue la electricidad y tenga internet. Sin duda alguna, no dejo de sentirme en Venezuela.

¡Hasta la próxima entrega!