sábado, 30 de enero de 2021

#era semana del 2021... Semana Reto...

 Domingo

Hoy me desperté muy temprano. Aproveché para leer y leer todo lo que no había podido leer en varias semanas. Y es ahora, a las 9:10 cuando escribo estas líneas. Me voy a hacer mi desayuno y luego me pondré a cocinar mi comida de la semana.

Ha estado lloviendo casi todo el día. Pero puedo disfrutar de ver la lluvia desde la ventana de la cocina y sentir su intensidad y fuerza por las gotas que golpean la ventana. Me preparé una pasta gratinada con atún al horno, un arroz con vegetales y unos calabacines rellenos con una salsa de jamón y vegetales. Y a las 14:10 ya terminé con la cocinera. Me estuvo acompañando vía WhatsApp mi amiga Isabel de Venezuela con quien tenía mucho tiempo sin hablar. tuvimos una catarsis muy productiva porque nos pusimos al día de lo que pasa en nuestras vidas y en nuestros días. ahora me voy a revisar mi programación de clases de esta semana que comienza a ver cuánto puedo aprovecharla para re-programar las clases y ver si puedo dar mas contenido y vocabulario. Por suerte tengo dos grupos de alumnos con mucho potencial y a ambos los llevo con buen nivel.

Desde que me levanté, he estado pensando que no se ha ido el agua en varios días y esto es un verdadero milagro. Este pensamiento se manifestó justo cuando estaba terminando de bañarme y de, por esas corazonadas, de llenar todos las bombonas de 10 litros. Sí, ahora a las 20:10 se fue el agua pero por suerte me puedo ir a meterme en mi cama a leer y esperar mi encuentro con Morfeo.

Lunes

Me desperté antes que sonara la alarma del despertador de mi móvil. Me fui al baño y sigo sin tener agua desde anoche. Me tocó recurrir a una de las bombonas de 10 litros para lavarme la cara y alistarme para irme pronto a la escuela.

La situación con la búsqueda de taxis se está poniendo un poco más difícil indistintamente de la hora o el lugar donde te encuentres en la ciudad. Pude conseguir a un taxista bastante charlatán que estaba muy interesado en saber de mí y de todo lo que implicaba mi estancia en Brazzaville. Le tuve que decir que no hablaba mucho francés y que "no entendía" lo que me estaba preguntando. En sus preguntas había un interés un poco "excesivo" al que yo no tenía el más mínimo deseo de satisfacerle.

Ahora son las 20:25, hoy ha sido un de esos días que cuando termina, te preguntas: ¿cuántos días faltan para que llegue el fin de? Este lunes vale por unas 3 semanas de trabajo. Ha sido un día bastante intenso con reuniones relevantes e irrelevantes sobre situaciones de distintos niveles de importancia pero que la incertidumbre de la pandemia, como por arte de magia, decide el orden de prioridades. Para hacer el reto un poco más interesante, sigo sin agua. Hoy no pude ni siquiera preguntarle a ningún compañero sobre el ¿por qué no hay agua en el complejo? Así de ocupado he estado hoy.

Trato de no pensar en ello y me concentro a "ducharme" a punta de "perolita" y aquí los que son de Venezuela, me entienden. En el proceso, me vino un recuerdo de mi infancia de cuando tenía como unos 10 años y vivíamos en la casa de El Piñal y bajo un torrencial aguacero, me puse a desviar un chorro grande de desagüe de lluvia que caía del techo de mi casa hacia un rosal e invernadero hermoso que tenía mi mamá en casa.

Con este atesorado recuerdo terminé de refrescarme con un poco de agua e inmediatamente me fui a meterme en mi cama a leer y buscando en mi lectura un deseo firme de no pensar en este día con calificativos encontrados.

Martes

Y seguimos sin tener agua. Busco mi segunda bombona de 10 litros para usar la mitad de esta en mi rutina matutina y reservar el resto para mi rutina nocturna. Uso otra bombona para el WC y otra para lavar la loza y enceres de cocina. 

Hoy sí que me puse a "investigar" entre mis colegas del por qué no hay suministro de agua. Para mi impresión, ninguno de ellos les parece anormal porque ya ha pasado antes y la gran mayoría, incluyendo a mi jefe, se refugian en el pensamiento de que estamos en el Congo y aquí cualquier cosa es posible. Me dio mucha tristeza el darme cuenta que muchos de ellos ya están amalgamados a la realidad de este país y que les parece "normal" no tener agua ya por más de 48 horas porque estamos en el Congo. Sí, es muy cierto que existe una situación "mágica" que permite que muchas cosas del mundo desarrollado de donde vengo, también estén a mi disposición aquí y, que para muchos nacionales, lamentablemente no haya acceso. Pero me cuesta aceptar que sea parte de "mi normalidad" de una manera indefinida.

No es desconsideración, es más bien el tratar de mantener unas condiciones mínimas donde mis condiciones, ya híper minimizadas, vayan por vías de extinción. Compartí esta reflexión con varios colegas en mis mismas condiciones y menos de un puñado de ellos compartían mi parecer. El resto han estado acá ya más de 4 años y lo ven como parte del vivir aquí. Entiendo ese pensar porque es tal vez la mejor "estrategia" para no sentir molestias o invertir energía en cosas que no puedes cambiar porque escapan de tu ámbito de "influencia" para cambiarlas. Pero el conformismo y aceptación sin justificación, es algo que nunca he compartido. Me fui donde el "Business Manager" de la escuela y le pedí que averiguara sobre el por qué no teníamos servicio de distribución agua en "Les Flamboyantes". Sí, así se llama el complejo donde vivo. El nombre no le hace ningún honor al complejo y sus instalaciones.

Hoy mis reuniones comenzaron a las 07:00 y ya a las 07:50 pude salir de la reunión porque mi presencia ya no era necesaria. fue una grata sorpresa al entrar a mi oficina y ver que me llamaba mi amigo Marco. Tenemos unas 9 horas de diferencia. Pude hablar con él por un rato y hacer un poco de catarsis productiva. Es muy grato hablar con alguien que te conoce casi que desde siempre.

El "Business Manager" vino a la hora de mi almuerzo a decirme los motivos del por qué de la suspensión del servicio de distribución agua. Me dijo que estaban haciendo unas reparaciones en uno de las tuberías principales y que tomaría unos días más para restablecer el servicio a toda la zona. Esto me hizo trasladarme a mi querida Venezuela y recordar los lamentos de lo que padece la gente allí. Terminé de comer y me fui a la cocina de la escuela y pedí permiso para lavar mi contenedor y cubiertos allí aprovechando que, por suerte, en la escuela sí que hay servicio de agua.

El día de hoy no fue muy distinto al de ayer y por lo que veo, esta semana va a ser una semana reto. Otra vez salgo de mi oficina a las 18:20 muy cansado y con unos deseos de llegar a mi casa y simplemente darme una ducha. Este deseo simplemente lo guardo en mi mente y me enfrento a volver a "ducharme" con perolita y simplemente refugiarme en pensar que el agua que me echo con este envase de plástico es parte del agua de la lluvia que cae afuera. Sí, por lo menos he estado lloviendo muy seguido y esto, a ratos, refresca la temperatura. Hoy, entre una y otra lluvia, el termómetro llegó a marcar los +39C... 

Hoy pude hablar con mi hija Emma. Me encanta escuchar sus cuentos y hablar con ella de lo humano y lo divino. Resulta muy grato sentirme acompañado por su voz mientras hacia mi rutina antes de acostarme a leer. Ya son las 21:10 y mejor "apago" la mente y trato de relajarme un poco para irme a dormir. Para ello, debo de hacer un poco de terapia...



Miércoles

Al despertarme, decidí hacer un inventario de mi reserva de bombonas de agua que tengo para uso general y del agua mineral que compré antes de irme de viaje en las navidades. Puedo estar con mis reservas una semana más con el agua para uso general. El agua mineral me puede durar un poco más. Con esta idea en mi mente fui pensando en cómo replantearme mis días y el uso del agua a partir de hoy. Pero a manera de "mantra" me sigo repitiendo que esta situación no es normal. De esta situación me salió la inquietud de los aspectos relativos de "La Normalidad". Entendemos y usamos este adjetivo a nuestro antojo sin realmente entender que el término de lo "normal", va a depender y estar muy supeditado al entorno donde vivimos. De esta manera creo que aceptamos unas y otras cosas. Lo que no podemos es negar los avances o evoluciones de los servicios que conocemos porque hay una "nueva normalidad". Esto es lo que, de alguna forma me cuesta compartir o aceptar de otros con el decir, de manera conformista es "normal". Con este pensamiento terminé mi rutina matutina y ahora me voy a la búsqueda de un taxi.

Me tocó caminar entre un tumulto de gente por la calle para conseguir un taxi. Creo que ya me estaba poniendo hasta "místico" porque me puse a pedirle al universo que apareciera un taxi. Pues el taxi apareció cuando ya comenzaba a sentir el sudor en mi frente. Llegué a la escuela un poco agobiado por la angustia de no conseguir con facilidad un taxista. Mi jefe me estaba esperando muy ansiosa y su comentario fue: ¡tengo 10 minutos esperándote! No pude contenerme y le dije que yo tenía ya 3 días sin agua y que cada vez me costaba más conseguir un taxi por las mañanas. Le dije que estaba tratando de ajustarme a la "nueva normalidad" y que ella tal vez tenia que pensar en ello. Me pidió disculpas pero me dijo que había una nueva situación que debíamos atender con urgencia. Entramos a mi oficina y atendimos la urgencia en menos de 10 minutos. Le dije que me disculpara por lo que le dije y me dijo que ella me entendía perfectamente y que siguiera haciendo lo que estaba haciendo porque todos estábamos sobrellevando la situación lo mejor posible. Le dije que necesitaba hacer una diligencia urgente y debía ausentarme de la escuela por una hora a media mañana. Me dijo que no me preocupara y que me podía ausentar.

A mitad de mañana me fui a Air France y me me compré un boleto para irme a Bruselas ahora para el descanso de la "primavera" que va a ser de dos semanas. Honestamente, no quiero quedarme aquí por dos semanas y ver como invento para manejar la incertidumbre que cada vez es más crítica y ya es un privilegio en no estar contaminado.

Regresé a la escuela con mi boleto y esto, por alguna razón, me da un especie de esperanza de que en unas 6 semanas, volveré a estar entre los míos. Claro todo lo anterior dependerá de cómo se desarrollan las circunstancias con la pandemia tanto aquí como en Europa.

Algo curioso es que me tocó caminar un poco para conseguir un taxi y descubrí un pequeño "kiosko" que vendía periódicos. Vi que habían periódicos y quise comprar uno. Cuando le vi la fecha al periódico, era del 31 de Diciembre del 2020. Le pregunté al vendedor que si tenía periódicos más recientes y me dijo que ese sigue siendo el periódico "más actual". Le di las gracias y continué mi búsqueda de taxi.

El día de hoy no fue muy distinto a ninguno de los anteriores y ya creo que funciono en "piloto automático" y, a pesar de sentirme que estoy siendo un poco "mecánico", es lo único que me permite mantenerme "funcional" y seguir adelante. Esto me ha funcionado muy bien con las reuniones con los padres porque me he hecho un libreto que sigo al pie de la letra y que resulta muy efectivo para tratar con esos padres que piensan que los hijos son una "propiedad exclusiva" de la escuela y que ellos solo les deben dar de comer y vestir. A veces me siento que soy de otro planeta porque siempre pensé que mis hijos son para mí, después de todo lo emocional y personal, un compromiso social y que esto no debe de ser un pensamiento aislado para aquellos que desean tener descendencia. Hoy tuve una reunión con una madre que se convirtió en un "encuentro del tercer tipo". En la reunión hice un paréntesis y le pregunté a esta madre sí ella realmente deseó ser madre. Ella me dijo sin miramientos, que sus hijos eran producto de la presión social. Despedimos a la madre. La directora estaba conmigo y me dijo que mi pregunta había sido atrevida pero que la respuesta de la madre era muy reveladora. Ambos, nos quedamos callados sin articular palabra por unos minutos mi oficina. Ella luego se marchó y yo continué con mi trabajo.

Llegué a casa y no había electricidad. Me fui a la cocina y abrí una botella de vino, me serví una copa y por mi móvil me puse a escuchar una radio de España y para mi sorpresa sonaba esta canción:




Me puse solito a bailar y lo disfruté un montón. Allí dejé toda mi frustración y mi centro volvió a mi. Realmente, no es lo mismo... Y de verdad no me lamento. Agarré mi tercera bombona de 10 litros para completar para "ducharme" antes de acostarme. 

La copita de vino me relajó. Me preparé un plato de frutas con yogourt para la cena. Comí y ahora a las 20:55 me voy a mi encuentro con Morfeo.

Jueves

Ya he establecido una rutina para bañarme con la perolita. Ahora lo hago mucho mas rápido y ya hago el proceso de una manera más práctica para mí pensando que tal vez estoy de campamento en un lugar inhóspito sin sentirme desprotegido pero con el firme entendimiento de que la situación no es normal.

Hoy pude conseguir el taxi mucho más rápido que los días anteriores. Al parecer están vendiendo más gasolina y esto ayuda a que haya más taxistas. Algo que debo preguntar a alguien en la escuela.

Esta semana sigue siendo como el hueco negro que hay en el universo. Una vez que comienzas con el día de actividades, todo se va poniendo cada vez más complejo. Por suerte me refugio en mis clases de español que disfruto cada minuto con los peques y les pido que no crezcan y que sigan luchando por disfrutar su inocencia porque es una etapa realmente hermosa y digna de atesorar cada recuerdo porque luego las cosas "cambian" sin pedirnos permiso. De verdad que disfruto mucho esos poquitos cotidianos del conocer a través de ellos, este continente lleno de mucha magia y adversidades.

Hoy caminé hasta casa. Me sirvió de ejercicio. Llegué a casa emparamado de sudor porque hacían +35C a las 17:15 de la tarde. Quise caminar porque necesitaba simplemente cambiar la rutina y sentirme como que un poco "libre". Las miradas de las personas por la calle eran reveladoras porque estaba sudando como un cerdo al horno. Me paré en una pequeña pizzería que hay muy cerca de casa para comprarme un agua mineral. El vendedor me dijo que no tenía agua mineral desde hacia dos días pero que sí tenía cervezas. Le dije que me diera una cerveza y me senté solo a tomarme esa cerveza que me supo a gloria de los dioses. Estaba verdaderamente seco de sed. Terminé la cerveza y seguí mi camino a casa.

Llegué directo al baño para darme mi "ducha" con perolita y esta vez gasté más agua de lo normal porque necesitaba realmente sentir que el agua me lavaba el cuerpo.

Hoy pude hablar con mi hijo Samuel y saber que está bien a pesar de los eventos que están aconteciendo en Holanda. Me gusta mucho escuchar sus planes y proyectos a corto, mediano y largo plazo. Le comuniqué que iría en Marzo y esperamos que podamos vernos. Mientras hablaba con él, me hice un bocadillo y una infusión porque necesitaba algo relajante que me preparara para mi encuentro con Morfeo. Ya son las 21:20 y ya estoy muy cansado.

Viernes

Me parece mentira que es llegué al viernes. Ya se acaba esta semana repleta de retos desconocidos y un tanto turbios por la cantidad de incertidumbre que reina en el ambiente. Cuesta mucho mantenerse positivo y ver las cosas con perspectiva. Hoy se me pegaron las sábanas y me desperté muy tarde. Igual pude estar listo en 20 minutos y llegar a tiempo a la escuela gracia a un taxista que me conoce y que coincidimos en el portal del Hospital Militar. Hoy siento que los dioses del universo están conmigo.

Las reuniones de la mañana resultaron verdaderamente rápidas y algo productivas y esto es simplemente ganancias. Mi clase de español estuvo muy buena y lo celebré yendo a comerme un bocata al Instituto Congoleño-Francés que me queda a una cuadra de la escuela.

El encanto del buen inicio de la mañana no continuó después de las 13:00. Reuniones inesperadas hicieron que recurriera a mis reservas energéticas y que me refugiara en comerme un bocadillo dulce de guayaba que siempre llevo en mi mochila como último recurso de ánimo y energía. La red se complicó y terminé saliendo de la escuela a las 17:40 de la escuela. Pude conseguir un taxi muy rápidamente en la puerta de la escuela y llegué a casa muy rápido.

Al cruzar el portal del complejo el vigilante me saludó con mucha euforia y me dijo con una gran sonrisa que ya teníamos servicio de agua. Eso me resultó increíble y apresuré el paso para llegar a casa y comprobarlo.

Efectivamente habían restablecido el servicio de agua. Me puse inmediatamente a lavar ropa y me apresuré para igualmente ponerme a limpiar. Al iniciar mi proceso de limpieza, se fue la electricidad. Recordé que había adquirido una linterna de explorador durante nuestras vacaciones de las Navidades en Tenerife y me fui a buscarla para continuar la limpieza. 


Había agua y era importante aprovecharla. Ante la adversidad, hay que ser resolutivo y no quedarse en el lamento. Sí, siempre he sido resolutivo y este tal vez es una de mis más grandes virtudes. En algunos casos no es lo mejor para los demás pero "alguien" tiene que hacer "algo" para seguir hacia adelante a pesar de todo y de todos.

A los 15 minutos volvió la electricidad y pude continuar limpiando con más tranquilidad. Ya eran las 20:10 cuando terminé de limpiar pisos, cocina y baños. Me di una ducha prolongada muy merecida y la disfruté tanto como un niño con juguete nuevo.

Pude hablar con Satu por un rato y luego tuve el placer de darme una dosis de catarsis con mi comandare Ana. Nos pusimos al día hasta que mi conexión de internet decidió suspender nuestra tertulia.

Es cerca de la media noche y el cansancio acumulado me pide aterrizaje forzoso en mi cama con sábanas limpias.

Sábado

Amaneció lloviendo me niego a levantarme. Me encanta cuando es llueve los fines de semana y en especial los Sábados porque no hay marchas en el Hospital Militar y el tipo del clarinete no me interrumpe el sueño.

Es ahora a las 12:00 cuando me despierto y decido escribir estas últimas lineas. Ahora me toca hacerme un poco de desayuno/almuerzo he irme a la "joyería" -léase supermercado- a hacer mi compra de la semana.

¡Hasta la próxima entrega!

6 comentarios:

  1. Hola querido Carlos, hoy he podido sentarme tranquila a disfrutar tu escrito e increiblemente me he sentido tan identificada en lo personal y en general, me niego a estar amalgamada, aceptar como "normal" todo lo que vivimos día a día, ver como estan en vias de extinción los valores, la buena educación, los modales, la capacidad de ponernos en el lugar de otros,y mil cosas más, en fin yo soy de otro planeta, y hay días q no acepto oír nada negativo, me vuelvo mística, nueva era o lo q sea bonito y positivo. Por unas horas me envuelvo en mi nube y es una "catarsis". En fin, gracias a Dios, yo soy yo, creo tener un buen poder de resilencia, siempre hacia adelante. Por eso disfruto tus escritos para mi son fuente de inspiración y admiración hacia ti. Un abrazo

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    1. Muchas gracias por tus hermosas palabras. Justamente en eso me quiero fijar cuando comparto mis experiencias en este blog. Creo que ya tenemos mucha negatividad en nuestro día a día y uno debe de concentrarse en el aprendizaje de lo sucedido y no estar pensando en "quién" es el "culpable". Es muy difícil entender que vivimos en una sociedad de responsabilidades compartidas y que, si todos hiciéramos lo que nos toca hacer, en otro mundo viviríamos. Yo también te admiro MUCHO. Abrazos.

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  2. Carlos hoy al fin me sente a disfrutar tu escrito, y me senti muy identificada en lo personal y en general, yo soy de otro planeta porque me niego a amalgamarme a la situación que vivimos día a día, a ver y aceptar como "normal" la pérdida no solo de la calidad de vida sino de los valores, los modales y la buena educación, además del respeto hacia las personas mayores y hacia la vida en general. El venezolano de siempre parece ir hacia la extinción. Gracias a Dios hay muchos q nos negamos a esta forma forzada de vida. Yo hay días que me nieto oir nada negativo, me encierro en mi burbuja y me sumerjo en lecturas positivas de la nueva era o lo que sea. Doy gracias de ser resilente, siempre hacia adelante, mirando al frente. Para mi leer sobre tus experiencias es una especie de "catarsis", copio tu palabra, en verdad las disfruto, me llenan de una energia muy especial y te admiro por tu capacidad para usar el humor en los momentos de "normalidad" congoleña. Un abrazo muy venezolano.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Ciertamente nuestra cotidianidad siempre está repleta de muchos retos y lo mejor que podemos hacer es ir enfrentándolos con responsabilidad. Creo que esto no es una cosa de "nacionalidad" sino más bien de actitud. Pienso que si tomaremos las cosas como parte de lo que nos corresponde hacer, pudiéramos todos sentirnos mejor con lo que nos toca vivir. Cuesta mucho hacer ver hacia el frente a personas que no saben, ni con 10000000 de brújulas, lo que es "hacia adelante". Esto es un problema social y también político que está en nosotros atender. Claro, es muy "fácil" decirlo pero muy enriquecedor cuando emprendes ese camino y ves como todo va "encajando" en su lugar. Yo también disfruto de nuestras catarsis. Otro mega abrazo para ti.

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  3. Gran amigo, tu espíritu resilente es admirable. Para quienes vivimos en Venezuela no es fácil subsistir con la “normalidad” cotidiana. Si bien es cierto soy privilegiada de disponer los servicios de agua, luz de manera regular, el resto de los estados del país viven en extrema desidia. Lo peor es si es normal para muchos. Las personas viven cual robots y escapándose de la amargura en las redes. Aprendí a ser agradecida de mis privilegios. También tengo mi cuota de sacrificio como vivir prácticamente encerrada. Tus experiencias son aleccionadoras. Cuando me dispongo a leer traslado mi imaginación al Congo. Un fuerte abrazo amigo de mi corazón

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    1. Querida Jacqueline. Muchas gracias por tus palabras. Uno, a pesar de las adversidades, debe seguir hacia adelante. En el país donde vivo hay mucha carencia de lo pueda cruzar tu mente. Lo que yo no tolero es que las personas piensen que uno, por ser extranjero, se amalgame a la "normalidad congoleña". Respeto mucho su cultural y su manera de vivir. Pero el que yo respete, no significa que proporcionalmente acepte tener que vivir como ellos. Este uno de los retos cotidianos que tengo y que no encuentro hacerles entender que, por estar yo aquí, no significa que yo deba vivir como la gran mayoría de la población. Y esto no es que me esté yo quejando sino reflexionando sobre esa calidad de vida "mínima" que me han ofrecido y yo defiendo a capa y espada porque sin eso, sería MUY poco probable que yo permanezca aquí por mucho tiempo.
      Tal vez te suene irreverente, pero no me considero privilegiado al contar con ciertos servicios básicos. Esto es parte de mi contrato y por ello estoy pagando con mi trabajo. Aquí no te regalan NADA. Al contrario, tienes que pagar unos precios que ni en Japón o Noruega donde viví, los ves. Pero bueno, trato de concentrarme en lo positivo y de qué manera puedo ir resolviendo cada reto que se me presenta en mi cotidianidad. Besos y bendiciones.

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